CIUDAD DE PANAMÁ.- El sustituto de la candidatura presidencial del exmandatario panameño Ricardo Martinelli —inhabilitado por una condena por blanqueo de capitales — se ausentó el miércoles en el segundo de tres debates junto a los otros siete contendientes con miras a las elecciones del 5 de mayo, que se dedicó a la juventud y al problema de la corrupción en el país centroamericano.
José Raúl Mulino, excanciller a inicios de la década de 1990 y antiguo ministro de Seguridad de Martinelli (2009-2014), declinó participar porque lo invitaron a último momento, según su campaña, en una decisión que fue calificada como un desplante a los jóvenes por algunos de los rivales.
De acuerdo con el Tribunal Electoral, casi el 40% de los votantes en estas elecciones generales está entre los 18 y 35 años de edad.
Panamá celebra cada cinco años comicios para escoger a presidente y vicepresidente, renovar la Legislatura unicameral, alcaldías y otros centenares de cargos nacionales. No hay segunda vuelta, ni se permite la reelección inmediata.
Estas elecciones, según los analistas, asoman como una de las más intrincadas e impredecibles por la cantidad de candidatos y los indecisos, que según sondeos rondan el 20%.
Mulino, de 64 años, pareció despuntar significativamente liderando una encuesta difundida el lunes por el diario panameño La Prensa, en la que sacaba una ventaja de casi 16 puntos porcentuales al expresidente Martín Torrijos (2004-2009), a Ricardo Lombana y Rómulo Roux, tercero y segundo en las pasadas elecciones. Más abajo estaban el resto, entre ellos, el oficialista y más joven en la liza, José Gabriel Carrizo.
Mulino recibió la autorización del Tribunal Electoral para sustituir a Martinelli a la cabeza de la fórmula presidencial de los partidos Realizando Metas, del exgobernante, y Alianza, el 4 de marzo, cuando ese organismo anunció la inhabilitación del expresidente por estar condenado a más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales por la compra irregular de un conglomerado de medios.
Mulino, quien ha dicho claramente que ayudaría a Martinelli a salir de sus líos con la justicia de llegar al poder, tampoco estuvo en el primer debate de fines de febrero debido a que en ese momento no se había decidido la inhabilitación del expresidente, refugiado en la embajada de Nicaragua desde el 7 de ese mes.
