Nuevo Laredo, Tam.- Los comerciantes neolaredenses enfrentan una situación crítica debido al mal estado de las calles, baches y hundimientos, además de los brotes de aguas negras ocasionados por un sistema de drenaje colapsado.
Para empeorar la situación, se ha anunciado un aumento del 5% al impuesto predial, el primero en 24 años, sin que esto se refleje en mejoras visibles en la ciudad.
En la intersección de las calles José Romo y 15 de Septiembre, frente a la antigua Central de Autobuses, los comerciantes denuncian un brote de aguas negras que lleva más de un mes sin solución.
Los olores fétidos y nauseabundos que emanan de la alcantarilla son insoportables, afectando directamente a los negocios de la zona.
Luis Jiménez, un comerciante afectado, expresó su frustración: “Ya se reportó a la COMAPA, se habló al CIGA, y hasta ahora nada. No quieren atender el problema”.
Los comerciantes exigen a la presidenta Carmen Lilia Canturosas Villarreal que tome medidas para resolver esta situación, ya que consideran que el aumento del predial carece de sentido si no se destina a mejorar los servicios públicos.
Uno de los principales reclamos de la comunidad es el mejoramiento de las calles y la pavimentación, así como una solución al problema de las aguas negras y el colapso del sistema de drenaje. También se exige mayor transparencia en el uso de los fondos del impuesto predial, algo que no se ha logrado desde que los hermanos Canturosas Villarreal asumieron el poder.
La ciudadanía espera una respuesta efectiva de las autoridades para abordar estos problemas urgentes y mejorar la calidad de vida en la ciudad.
Los habitantes consideran que, además de afectar su bolsillo, los brotes de aguas negras están poniendo en riesgo la salud, provocando enfermedades como irritaciones en la piel, problemas gastrointestinales y conjuntivitis, entre otras.
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