CIUDAD DE MÉXICO (AP) — En menos de siete días, ha habido una corrida de toros, se han suspendido los espectáculos taurinos y ahora vuelven a permitirse en Ciudad de México.
La batalla legal sobre las actividades taurinas acumula idas y venidas en la capital mexicana y, en un nuevo giro, podrán volver a celebrarse en la Plaza México, la más grande del mundo por capacidad de espectadores, que ya tenía cartel para el 4, 5 y 6 de febrero.
Después de que el miércoles un juzgado suspendiera de nuevo temporalmente los espectáculos de toros —apenas cuatro días después de que se reactivaran tras más de año y medio de parón—, un juez retiró la medida cautelar.
Según indicó Plaza México en un comunicado, la decisión “está en línea” con lo dictaminado por la Corte Suprema de Justicia en diciembre de 2023, en una resolución que permitió que se retomaran las corridas.
“Confirman que la libertad de unos cuantos no puede imponerse a terceros anteponiéndose a las normas y derechos aplicables”, agregó la empresa administradora de la plaza. “En un régimen democrático, todos tenemos derecho a disfrutar y trabajar en una actividad que es lícita en pleno ejercicio de nuestras libertades”.
Colectivos de defensa de los animales recordaron que aunque este pronunciamiento va contra sus planteamientos, todavía está pendiente que el tribunal dicte una sentencia sobre el fondo del asunto.
“No coincido con lo que plantearon los magistrados pero debemos respetar decisiones jurisdiccionales”, escribió en sus redes sociales Josemaría Férez, asesor jurídico de Animal Héroes, una de las organizaciones de defensa animal que sigue atentamente el proceso legal. “Tendremos que esperar hasta que se dicten sentencias de fondo”.
Después de más de año y medio sin actividades taurinas en la capital mexicana, tras la sentencia de la Corte Suprema se celebró una corrida el 28 de enero. Este fin de semana vuelve a haber eventos previstos.
La suspensión ahora anulada llegó esta semana, con el amparo que interpuso la asociación civil “Todas y todos por amor a los toros” alegando que esa actividad atenta contra el “bienestar animal” y representan un “agravio” al derecho humano a un medioambiente sano, contra la que la Plaza México interpuso una queja.
