ABIYÁN, Costa de Marfil.- Sébastien Haller condujo a la anfitriona Costa de Marfil a una final de la Copa Africana de Naciones contra su viejo rival Nigeria al vencer el miércoles 1-0 a Congo.
Haller anotó a los 65 minutos. Lo hizo con un disparo picado que rozó el travesaño antes de acabar en el fondo de la red para desatar el delirio en el estadio Alassane Ouattara, repleto con más de 60.000 aficionados.
El delantero fue titular por primera vez en el torneo tras recuperarse completamente de una lesión en el tobillo para deleite de unos marfileños que están convencidos que Dios está con su selección para conquistar su tercer título de la Copa Africana.
Costa de Marfil también se clasificó para la final del domingo pese a la ausencia de cuatro jugadores que purgaron suspensiones tras la dramática victoria de cuartos de final ante Malí.
A primera hora, Kelechi Iheanacho convirtió el penal decisivo que depositó a Nigeria en la final, imponiéndose 4-2 en una definición desde los 12 pasos ante Sudáfrica luego del empate 1-1 tras la prórroga.
El arquero sudafricano Ronwen Williams no pudo repetir su actuación heroica en una tanda de penales. Williams venía de atajar cuatro para vencer a Cabo Verde en los cuartos de final.
Su contraparte nigeriano Stanley Nwabali atajó dos penales para eliminar a los Bafana Bafana. Se arrojó a la izquierda para repeler el disparo de Teboho Mokoena y luego contuvo el disparo al medio de Evidence Makgopa.
El partido en Bouaké apenas había comenzado cuando el astro Victor Osimhen evidenció problemas físicos. El delantero del Napoli de la Serie A italiana era duda previo al encuentro por un dolor abdominal pero pudo continuar tras una breve pausa.
Sudáfrica dominó la posesión y generó más ocasiones en el primer tiempo.
Los nigerianos se adelantaron al promediar la segunda parte cuando Mothobi Mvala provocó un penal por una falta sobre Osimhen.
El capitán nigeriano William Troost-Ekong definió con frialdad por todo el medio a los 67, aunque Williams por poco lo paró con sus piernas.
Mokoena facturó un penal para igualar el marcador a los 90 y Khuliso Mudau desperdició un gol cantado que le hubiera dado la victoria a Sudáfrica en el tiempo de reposición.
