INDIANÁPOLIS.— Los Colts de Indianápolis contrataron como nuevo entrenador en jefe a Shane Steichen, el coordinador ofensivo de los flamantes campeones Eagles de Filadelfia.
Indianápolis anunció el martes la contratación para poner fin a una búsqueda que tomó más de un mes, incluyendo a más de una docena de candidatos. Los Colts finalmente podrán establecer sus prioridades con miras a la que se prevé será uno tumultoso receso de temporada.
Los últimos dos entrenadores de Indianápolis han sido coordinadores ofensivos de equipos de los Eagles que alcanzaron el Super Bowl.
Frank Reich fue contratado en 2018 luego que los Eagles ganaron su primer campeonato desde 1960 pero fue despedido en octubre cuando la campaña de los Colts se fue a pique.
Reich fue reemplazado por el interino Jeff Saturday, quien ganó su primer partido pero perdió los últimos siete. Indianápolis tendrá la cuarta selección general del próximo draft. Saturday fue uno de los candidatos para llenar la vacante a tiempo completo.
Ahora, los Colts volverían a cambiar de dirección, apostándole a un joven quarterback. Es por ello que el dueño Jim Irsay y el gerente general Chris Ballard, a cargo de un largo proceso de búsqueda, optaron por Steichen, de 37 años.
Con Steichen en Filadelfia, Jalen Hurts emergió de la segunda ronda del draft de 2020 a un destacado titular en 2021 al segundo puesto en la votación al Jugador Más Valioso de la NFL en 2022.
Hurts no ha sido el único pupilo de Steichen.
En 2020, como coordinador ofensivo de los Chargers de Los Ángeles, Steichen fue el tutor de Justin Herbert en una campaña en la que fue galardonador como el mejor novato ofensivo de la liga. Anteriormente, trabajó en San Diego con el retirado astro Philip Rivers, quien luego quedó bajo la dirección de Reich y Nick Sirianni, actual entrenador en jefe de los Eagles, en Indianápolis para su última temporada en la NFL.
Steichen tendrá que reconfigurar una formación ofensiva que sobresalió entre las mejores de la NFL entre 2018-21 pero que se derrumbó en 2022. Además, Indy deberá decidir qué hacer con los veteranos quarterbacks Matt Ryan y Nick Foles, de deslucido rendimiento la pasada temporada.
