Nuevo Laredo, Tam.— Las puertas de la presidencia municipal de Nuevo Laredo siguen cerradas para los ciudadanos, con restricciones que han generado descontento entre los vecinos. Desde la primera gestión de Carmen Lilia Canturosas Villarreal, el acceso a los regidores, quienes son los principales gestores del pueblo y llegaron por elección popular, se ha limitado de tal manera que los ciudadanos deben anunciarse para solicitar audiencia.
Esta medida ha sido criticada por muchos, ya que solo se permite el acceso al ciudadano cuando la asistente sale a atenderlo en la sala de recepción. Esta situación ha creado una barrera entre los representantes y la comunidad, dificultando la comunicación directa y efectiva.
Ayer, la sorpresa fue mayor cuando se implementó un verificador de huella para ingresar al área de regidores. Esta nueva medida de seguridad ha sido vista como un obstáculo adicional para los ciudadanos que buscan interactuar con sus representantes electos.
La implementación del verificador de huella ha generado diversas opiniones entre la población. Algunos consideran que es una medida necesaria para garantizar la seguridad, mientras que otros lo ven como un obstáculo que aleja aún más a los regidores de la comunidad que representan.
En conclusión, las restricciones de acceso en la presidencia municipal de Nuevo Laredo han generado un debate sobre la transparencia y la accesibilidad de los representantes hacia los ciudadanos.
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