BUDAPEST.- Mejoró el papel del año pasado en Eugene y emuló a una leyenda boricua del atletismo. Pero se quedó a nada de un oro histórico.
Aun así, Jasmine Camacho-Quinn se mostró feliz.
La puertorriqueña se llevó la medalla de plata el jueves en los 100 metros con vallas del Mundial de atletismo, al ser superada por la jamaiquina Danielle Williams, quien reverdeció viejos laureles y obtuvo la victoria por una diferencia de apenas una centésima de segundo.
Williams, campeona en Beijing 2015, estableció un tiempo de 12,43 segundos, contra los 12,44 de Camacho-Quinn.
La nigeriana Tobi Amusan, quien impuso el récord mundial en la semifinal del año pasado en Eugene, Oregon, cayó en esta ocasión hasta el sexto sitio. Consiguió de última hora que se le incluyera en el Mundial, tras apelar una sanción que se le impuso por no presentarse en repetidas ocasiones en los controles antidopaje.
Camacho-Quinn fue tercera en aquella durísima carrera del año pasado, donde se impuso Amusan. Ahora, tiene una plata que acompaña a aquel bronce y se ha unido a Javier Culson, con dos preseas en mundiales –las de su coterráneo fueron platas en los 400 metros con vallas en Berlín 2009 y Daegu 2011.
Pero a Puerto Rico se le sigue negando un oro en los mundiales. Y Camacho-Quinn no pudo obtener una presea del mismo color que obtuvo en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021.
Siempre sonriente, le encontró el lado positivo al resultado.
“No estoy molesta en absoluto”, dijo. “Después de que gané un bronce en el Mundial pasado, tengo ahora una plata. Si le añado mi medalla olímpica de oro, tengo la colección completa para estar orgullosa de eso”.
Y luce con grandes posibilidades de obtener una nueva presea en París. Restará por saber el color.
El bronce en Budapest fue para la estadounidense Kendra Harrison, con 12,46.
Lo de Williams fue inesperado. Pese a su condición de excampeona, parecía que sus mejores resultados habían quedado atrás.
Pero tuvo una largada sobrehumana, con un tiempo de reacción de apenas 132 milésimas de segundo después del disparo.
“Mis arranques siempre han sido muy buenos… Llegué hoy acá sabiendo que podía ganar, pero no puedo creer que lo haya logrado ante rivales tan buenas”, comentó la jamaiquina de 30 años.
