Nuevo Laredo, Tam.— Calles destrozadas, fugas de aguas negras y montañas de basura, conforman el lamentable “paisaje” diario que enfrentan las familias de la colonia Américo Villarreal Guerra, ubicada al norponiente de Nuevo Laredo.
Las condiciones son especialmente críticas en la calle Chicago, entre Dionisio Carreón y el puente ferroviario, donde los conductores deben maniobrar con extrema precaución para evitar los enormes baches que dañan llantas y suspensiones de sus vehículos. “Es un peligro constante, y parece que las autoridades no se interesan en resolverlo”, señaló un vecino de la zona.
Los habitantes no ocultan su frustración y se preguntan cuándo llegarán las tan esperadas mejoras, si durante los tres años de la primera administración de Carmen Lilia Canturosas Villarreal y los primeros cuatro meses de su segundo mandato, no se ha hecho nada para remediar esta grave situación.
Cabe recordar que esta colonia fue noticia nacional hace apenas unos meses, cuando un conductor de Didi perdió la vida tras ser arrastrado por un canal pluvial durante las torrenciales lluvias de septiembre. A escasas cinco cuadras de aquel trágico evento, las calles siguen desmoronándose, las aguas negras brotan y los cúmulos de basura continúan aumentando.
La situación en la colonia Américo Villarreal Guerra refleja los retos no resueltos de la administración municipal, marcada por la proliferación de socavones (más de 350 reportados en los últimos tres años), fugas de drenaje sanitario y el evidente deterioro de la infraestructura urbana. Los ciudadanos exigen soluciones inmediatas y acciones concretas por parte del gobierno local.
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