BUENOS AIRES.— Instituto de Córdoba, ascendido esta temporada a la primera división del fútbol argentino, propinó un golpe a Boca Juniors el domingo al vencerlo por 3-2 en “La Bombonera”, un resultado que deja “tocado” a Hugo Ibarra, quien no conocía lo que era perder en casa como entrenador.
En otro cotejo por la 8va. fecha de la Liga, Gimnasia y Esgrima remontó para vencer 2-1 como local a Estudiantes y poner fin a una larguísima racha de 13 años (20 partidos) sin obtener victorias oficiales en el clásico de La Plata.
Boca entregó una pobrísima actuación ante su gente, sobre todo en la faz defensiva. Y un Instituto ambicioso y disciplinado se llevó una victoria inobjetable en su regreso a “La Bombonera”, donde no jugaba desde 2007.
Ibarra, que en la semana fue internado por un problema de salud, decidió hacer varios retoques en la formación titular que venía de perder 1-0 a domicilio ante Banfield: dejó en el banco al peruano Luis Advíncula, al volante Alan Varela y al paraguayo Óscar Romero
Antes de promediar la primera mitad, el anfitrión ya estaba dos goles abajo, por los tantos del uruguayo Joaquín Varela, a los 12 minutos, y del artillero Adrián Martínez, a los 19. Y si descontó justo antes del intervalo fue gracias a un fenomenal tiro libre de Martín Payero, por falta generada por él mismo.
Apenas iniciado el complemento llegó el tercer tanto de “La Gloria” a través de Santiago Rodríguez. El 3-1 sumió al “Xeneize” en el caos y la visita tuvo varias chances claras para pasar a golear, desaprovechadas.
Los cambios maquillaron el rostro de Boca. Y “La Bombonera” se transformó en una caldera con el descuento del uruguayo Miguel Merentiel –sustituto de Darío Benedetto- a los 85.
En un final caliente, el local merodeó un empate (incluso el árbitro Jorge Baliño desestimó un penal, tras observar la jugada en el monitor) que hubiera sido demasiado premio.
Instituto celebró una victoria en La Ribera que le era esquiva desde 1986. El “Xeneize” se fue envuelto en el silencio (se escucharon algunos silbidos) y quedó ubicado provisionalmente en la 10ma. posición.
En el Bosque de La Plata se vivió una fiesta inolvidable. La última vez que Gimnasia había festejado una victoria sobre su eterno rival databa de febrero de 2010. Esta vez lo hizo con un equipo juvenil y en medio de su lucha por escapar del descenso.
Estudiantes, dirigido desde la fecha pasada por Eduardo Domínguez, prácticamente arrancó ganando desde el vestuario, con un tanto del experimentado Mauro Boselli.
El “Lobo” lo dio vuelta en el complemento, con un tanto de cabeza de Alan Lescano a la salida de un lateral y un penal magníficamente ejecutado por Cristian Tarragona.
Tras el cotejo, los hinchas de Gimnasia invadieron el campo para celebrar un triunfo que se hizo esperar por 4.792 días, la peor racha en el historial entre los dos equipos de la capital de la provincia de Buenos Aires.
