WASHINGTON.— Andy Murray agradeció a los fanáticos por haberse ausentado de sus trabajos para verlo jugar en el Abierto de Washington el miércoles al mediodía.
Su actuación, con la calidad de otras épocas, hizo que valiera la pena.
Vitoreado por una multitud ruidosa en la cancha, el británico, tres veces campeón en Grand Slams y quien fuera número uno del mundo, remontó para ganar el tiebreak del primer set y vencer al estadounidense Brandon Nakashima 7-6 (5), 6-4. Fue su primera victoria en Washington desde 2018, un punto bajo en la carrera de Murray cuando la fatiga lo obligó a abandonar el torneo y a dejar de jugar un tiempo.
El astro dejó de tener esos probleas ahora y ha demostrado que a sus 36 años todavía tiene el toque.
“Es agradable estar de regreso y no tener más esos temas y poder jugar sin dolor y todavía competir al más alto nivel”, dijo Murray. “Ha sido una larga jornada estos últimos cuatro o cinco años, pero estoy feliz de seguir jugando”.
Murray sigue disputando torneos de preparación en cancha dura de cara al Abierto de Estados Unidos y regresó de un déficit de 5-2 en el desempate. Lanzó tiros perfectamente sobre la red y devolvió fuertes voleas que Nakashima no pudo controlar.
Algunos fanáticos gritaban: “te amo Andy” y coreaban “¡Vamos, Andy, vamos!”, para impulsarlo a lo largo del partido, que resolvió prácticamente después de romper el saque de Nakashima para iniciar el segundo set.
“Quería tratar de tener un inicio rápido para ponerle presión en el inicio del segundo set”, dijo Murray. “Tienes que trabajar muy duro para ganar y eso hice hoy”.
El siguiente rival para Murray podría ser el primer favorito Taylor Fritz, quien jugaba más tarde con su compatriota local Zachary Svajda el miércoles, después del partido entre Coco Gauff y Hailey Baptiste.
