El terremoto alcanzó una magnitud de 7, remeció edificios en la capital, Tokio, y activó una alarma por tsunami para la costa nororiental del país. No se reportaron daños graves.
Se reporta que hay más de 200 heridos. El temblor ocasionó derrumbes en la provincia occidental de Izmir, y provocó daños en la isla griega de Samos, en el mar Egeo.