¿Quieren que les cuente una historia, pequeñita pero importante? Hace 11 años que regresé a los medios y con el periodismo oxidado necesitaba “ser alguien”, llamar nuevamente la atención, pero tenía dos problemas.
Escribía y redacto todavía “del nabo”. Me habían “corrido del Gobierno del Estado”, porque perdimos (en realidad se entregó la plaza).
Empezamos en diversos medios, portales pero no habíamos dado ningún campanazo, así que un día de suerte me invita un café Don Manuel Montiel Govea, el más influyente jefe de prensa en la historia de Tamaulipas, con quien nunca llevé una devota relación como la mayoría de los colegas de la época.
Era poderoso, casi Dios para muchos, pero no para mi por razones que jamás contaré. El asunto es que dije sí al desayuno y fui puntual a la cafetería del Hotel Santorín (Santo Orín le decía nuestro entrañable Miguel de la Rosa).
Ahí Don Manuel, me explicó que sabía que había regresado a escribir y con sutileza, me precisó que los temas que trataba era más planos que un café sin azucar. Y luego me regaló un veneno.
“Quieres llamar la atención, habla de la sucesión” y vas a ver los efectos. Supongo que fui usado y yo facilito, me dejé usar. Me puse las pilas e hice una larga lista de los posibles sucesores del entonces gobernador Eugenio Hernández Flores.
Me resultaron más de 10, encabezados por “El Güero Assad” y hablé de dónde estaban, qué posibilidades reales tenían. Y como eran tiempos del absoluto PRI, la mayoría o todos fueron del Partido Revolucionario Institucional.
Lo escribimos en el contexto de que, conforme han pasado los años y se ajustó la legislación electoral federal, en aras del ahorro nacional en procesos políticos, Tamaulipas está en una disyuntiva de la que ya hizo planteamiento formal en el Congreso, el diputado Rafael González Benavides.
Tener un gobernador de 2 años, o un jefe de estado por 5, con la idea de ajustar el proceso local a las elecciones de 2024 federales y/o 2027, un combo total para tener afinidad entre las locales y las de carácter nacional. Acabar con la “eleccionitis” que teníamos hasta el 2014.
Habrá quien crea que es lo más saludable, la verdad, muchos son los que piensan, que en ambas cosas son un cuento chino.
Lo estamos redactando con la mayor simpleza posible, porque parece fácil, pero no, si se toma en cuenta los efectos de tomar el poder por dos años, como lo pudo elegir en su tiempo el ex gobernador Egidio Torre Cantú.
Cada quien su ajedrez, pero por ahora parece que ya no hay marcha atrás en estos escenarios. 1.- Se tiene hoy absoluto control de los diputados y se puede proceder durante el actual periodo.
2.- Una segunda opción es que el PAN gane la mayoría para su partido y que este asunto se dirima en la siguiente legislatura, para analizar mejores fichas y saber, si de entre los alcades actuales, Maki Ortiz, Enrique Rivas, Chucho Nader, su secretario de bienestar Jerry Peña o su hermano, está un sucesor de 2 de 5 años.
Por lo pronto y a la mitad del Atlántico, nos parece que González Benavides mojó la oreja con un tema, que no es muy grato históricamente.
Mientras, tendremos que esperar para enterarnos tras el proceso del 2 de junio, el qué sucederá.
Nostra Polìtica.- La OEA se acerca… “hay kir”.
18 pendientes…
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