En pocos meses nuevamente la clase política de la nación, los partidos, los candidatos, la sociedad pensante, en torno al presidente Enrique Peña Nieto han edificado un muro moral para defender a México del mandatario norteamericano Donald Trump.
Antes de avanzar, aclaremos Trump no es la nación norteamericana, es solamente una gran parte de los intereses de quienes se ven reflejados en su persona y que, por esas mismas razones votaron por él.
Y sin embargo, no es menos preocupante que Trump nos agreda, primero verbalmente y luego de plano con el acercamiento de tropas a la frontera, lo cual en derecho internacional es una flagrante amenaza a la soberanía de una nación que históricamente ha sido amiga, socia y en muchos sentidos acompañante de sus problemas.
Y es que tiene razón Peña Nieto: “Si sus recientes declaraciones derivan de una frustración por asuntos de política interna, de sus leyes o de su Congreso, diríjase a ellos, no a los mexicanos”… “No vamos a permitir que la retórica negativa defina nuestras acciones”.
Revisemos la historia, no es la primera vez que la Unión Americana acerca sus tropas a la frontera, pero esta vez la preocupación es el propio Trump y su tono de “vamos a hacer las cosas militarmente”.
“Hasta que podamos tener un muro y una seguridad adecuada, vamos a proteger nuestra frontera con militares. Ese es un gran paso. Realmente no hemos hecho eso antes, o ciertamente no mucho antes”, es lo que expresó en el tono inmortal que les es característico.
A ello la respuesta que es ya histórica por parte del Presidente Peña quien agregó que “como lo hemos demostrado hasta ahora, siempre dispuestos a dialogar con seriedad, de buena fe y con espíritu constructivo….. evocando las palabras de un gran presidente de Estados Unidos, “no tendremos miedo a negociar. Pero nunca vamos a negociar con miedo”.
No es la primera vez pero el tono nunca fue de alta soberbia: Como cita en el recuento la BBC, “en 2006, George W. Bush envió unos 6.000 miembros desarmados de la Guardia Nacional a ofrecer apoyo a la Patrulla Fronteriza. Y en 2010, Barack Obama apostó 1.200 agentes en la frontera por los temores de un incremento en la violencia del narcotráfico”.
Así ha sido la historia en los últimos dos siglos, pero hoy considerando la persionalidad siquiátrica del mandatario norteamericano, claro que es de mortificarse, pues no sabemos a qué está jugando. Ya lo vimos como es capaz de agredir a China y la respuesta de los asiáticos quemucho daña a la economía del mundo y en particular a la de los propios Estados Unidos.
Por eso además, celebramos las respuestas de los candidatos: “Celebro que el Presidente Peña Nieto haya respondido como lo hizo. Por encima de nuestras diferencias está la patria y la patria es primero”, declaró Andrés Manuel López Obrador; en cambio Ricardo Anayase hizo el lucido con su “es correcto que se haya fijado una posición por parte del Gobierno federal, pero no es suficiente”.
José Antonio Meade, candidato del PRI incluso hizo un video donde pondera todos las expresiones de sus iguales y cierra con una frase sencilla pero clara sobre que “Unidos somos más fuertes” y finalmente Margarita Zavala quien ayer mismo fue a la frontera para
“mandar un mensaje de apoyo a nuestros paisanos y de hermandad con los estadounidenses que valoran nuestra relación histórica”.
Así los mexicanos, así nuestros amigos y vecinos del norte quienes tienen que avanzar a pesar de sucomandante en jefe, que por increíble que parezca ellos lo tienen ahí, igual que los mexicanos tenemos los gobiernos que nos merecemos en los tres órdenes.
Citar a Juárez es de flojera y más cuando siempre tengo en la mente el Tratado Mclane-Ocampo, pero lo que si es pertinente, es decirles a mis amigos que son tiempos en que todos debemos estar alertas. Donald Trump es un personaje quizá único en la historia de los Estados Unidos y si ha roto algunos platos, es probables que rompa toda la vajilla.
Decía el político estadounidense Alfred Emanuel Smith que “todos los males de la democracia pueden curarse con más democracia”, en mi caso hoy en memoria de Don Margarito, recuerdo lo que bien me decía “los malos políticos se han de morir de viejos”.
NOSTRA POLITICA: La democracia constituye necesariamente un despotismo, por cuanto establece un poder ejecutivo contrario a la voluntad general. Siendo posible que todos decidan contra uno cuya opinión pueda diferir, la voluntad de todos no es por tanto la de todos, lo cual es contradictorio y opuesto a la libertad. Kant.
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