Continuando con una apretada agenda de trabajo con motivo del relanzamiento de mi sitio web www.daviddorantes.mx para el próximo 7 de julio, este pasado viernes tuve un día de intensa jornada periodística que nos llevó a recorrer varias empresas del sector energético en Nuevo León, incluida Petróleos Mexicanos (PEMEX) donde sostuvimos un encuentro con el área de seguridad de la refinería ‘Héctor R. Lara Sosa’ ubicada en la neolonesa ciudad de Cadereyta.
En dicho encuentro -para mi sorpresa- nos comentaron los agentes de seguridad de PEMEX que han detectado tomas clandestinas para el robo de gasolinas en las cercanías de las instalaciones petroleras, tales como la misma refinería en Cadereyta, por lo que han intensificado la vigilancia en el perímetro aledaño de ésta. Además de emplear los sistemas tradicionales de rondines y de la observación desde altas torres, ahora la empresa productiva del estado está empleando alta tecnología para prevenir nuevas ‘ordeñas’, así como localizar movimientos extraordinarios por geotermia en las rutas por donde pasan los ductos. Lo invito estimado lector para que vea en mi sitio web el vídeo del vuelo que realizamos en este complejo que produce turbosina, combustóleo, asfaltos, azufre, propileno, gas nafta y gas LP.
De acuerdo a la información proporcionada por PEMEX, el número de tomas clandestinas identificadas y selladas por donde robaron combustible en 2016 alcanzó la cifra récord de seis mil 873, lo que significó un drástico aumento de 868 por ciento en la última década. Además del ‘triángulo rojo’ ubicado en Puebla, área comprendida por seis municipios, las entidades en que más ‘ordeñas’ se han detectado son Guanajuato, Tamaulipas, Veracruz y el Estado de México.
El incremento de este delito pone en riesgo a muchas comunidades cercanas a las ‘ordeñas’ e incluso por donde transportan la gasolina robada, solo habrá que recordar el reciente caso sucedido en el que explotó una pipa conteniendo cuatro mil litros de ‘huachicol’, incendiando 16 vehículos y diez casas de la zona urbana de Río Bravo, Tamaulipas. Con relación al quebranto financiero, de acuerdo a José Antonio Meade, secretario de Hacienda, se estima entre 15 y 20 mil millones de pesos, por concepto de extracción ilegal de 27 mil barriles diarios, aproximadamente.
Incluso para colocar las gasolinas robadas en el mercado, los delincuentes han presionado a los empresarios gasolineros para adquirir su ‘huachicol’ por lo que muchos han optado por cerrar sus estaciones de servicio en Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí, hasta donde se ha conocido por sus denuncias públicas. Otro sector afectado es el transportista, que bajo amenazas han tenido que movilizar el hidrocarburo. Sin duda, es un problema muy complejo que inició en el año 2000 según el primer registro que se tuvo; ahora con una estrategia conjunta, en la que pusieron a PEMEX en el centro de la misma, el gobierno federal está intentando frenar este delito.
Una forma de combatir este tipo de crimen debe incluir el que no existan consumidores que compren gasolinas robadas ¿también los deberían encarcelar? ¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx