Desafortunadamente el modelo aplicado en México para la explotación del sector energético durante siete décadas trajo como consecuencias el estancamiento del correcto desarrollo de esa industria, poniendo en atraso un mercado competitivo; y es Petróleos Mexicanos (PEMEX) quien cobró todas esas facturas casi al grado de colapsar por un mala entendida propiedad de todos los mexicanos, aderezado por la ordeña fiscal del que fue objeto para subsanar la pésima distribución presupuestal a rubros sociales.
Ahora México cambió ese paradigma apenas hace dos años, una apuesta que se pretendía alcanzar desde hace dos décadas atrás y que la consigue Enrique Peña Nieto –a un costo político muy alto- logrando revolucionar la industria energética del país, con ello arrancan las nuevas condiciones de libre competencia del mercado nacional para beneficio de los consumidores –o ciudadanos, para la óptica política-, de paso hasta quitarle los grilletes de la eminente quiebra de PEMEX.
Dicho por los analistas internacionales, esa apuesta ahora parece estar dando sus frutos y ese fue justamente el marco de la visita que hiciera a México Rick Perry, secretario de Energía de Estados Unidos y ex gobernador de Texas durante 15 años, atraído por el nuevo paradigma energético del país además del real potencial que tiene la nación con miras hacia una renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los mexicanos, estadounidenses y canadienses.
Habrá que recordar que durante los procesos del acuerdo comercial trilateral establecido desde 16 de agosto de 1994, una parte medular fue el apartado al transporte federado, quienes tuvieron unas ríspidas negociaciones entre cámaras, sindicatos e incluso gremios locales pues México no llegaba con un sistema fortalecido. Este fue un gran tema que particularmente movilizó a Tamaulipas, sede de los grandes consorcios de la transportación no solo a nivel nacional, incluso eran –en ese tiempo- líderes en toda latinoamérica.
Ahora México llega a las mesas de renegociación con un nuevo tema no incluido en el TLC original, sin embargo –a diferencia de aquel tiempo- arriba fortalecido, se está sentando como iguales ante Estados Unidos y Canadá. Nuevamente es el gran tema para Tamaulipas, de ello solo como muestra está la reciente exitosa licitación de las Ronda 2.2 y 2.3 donde estuvieron en apuesta las cuencas de Burgos así como la de Tampico-Misantla, pero también es para otras entidades con potencial energético o de introducción de los sistemas relacionados al sector como es el caso de Chihuahua.
Las recientes Ronda 2.2 y 2.3 reiteran esa apuesta petrolera que atrae inversiones, así lo confirma el Bank of America quien asegura que el país tiene riqueza energética que impulsa a los inversionistas extranjeros a “comprar más México”.
Desafortunadamente por ahora los despidos masivos estarán a la orden del día en estados como Campeche, Tabasco y Veracruz quienes dependieron sus propias economías, incluso sus dinámicas político-sociales de PEMEX; sin embargo, gracias a este nuevo paradigma energético entrarán a una fase de mayor orden, controles empresariales, en los que se abrirán otras oportunidades laborales bajo esquemas más globales. ¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx