Eclipse solar

A fin de mayo de 1984 tenía yo 11 años de edad y recuerdo bien que en ese entonces se apoderó de mí el pánico debido a las noticias difundidas en los medios de comunicación de aquel entonces en sentido de que se realizaría un eclipse solar. Recuerdo a Jacobo Zabludovsky diciendo a través de su noticiero nocturno que se recomendaba no mirar el eclipse directamente, ya que esto podría generar que quienes lo hicieran padecieran ceguera. Estaba yo en sexto año de primaria y en la escuela había gran alboroto por el eclipse, el cual estaba programado a presentarse el 30 de mayo de 1984. En ese entonces también había temor por el año gracias a la novela “1984” de George Orwell, escrita ésta a finales de la década de los 40´s pero situada precisamente en 1984. Por lo tanto había quienes decían que había llegado la hora de que la imaginación de Orwell se hiciera realidad y que el eclipse sería el inicio del control del “Gran Hermano” y las famosas frases de “La guerra es la paz, la libertad es la esclavitud; la ignorancia es la fuerza”. Confieso que de chamaco era muy temeroso, como creo que éramos muchos chamacos de aquellos tiempos, en que todavía nos regía el cinturón de nuestro padre o la chancla de nuestra madre, no como ahora que los chamacos son más avezados, producto de la descomposición social. El caso es que yo temía mucho a que llegara el 30 de mayo, pues decían que el día se oscurecería y que saldrían vampiros y cuántas cosas más ideaban algunos que les gustaba causar pánico. Yo me la creía. Total que llegó el día y no pasó absolutamente nada. El día no se oscureció, ni siquiera por un minuto, si acaso en el punto más álgido del eclipse se nubló un poco, pero nada que no hubiésemos visto previo a cualquier tormenta. Ya en la noche Jacobo Zabludovsky proyectó imágenes del eclipse, de cómo se vio en diferentes partes del país, y al día siguiente el asunto quedó olvidado. Comento todo esto porque para este próximo lunes se tiene programado un eclipse solar que se ha denominado “El Eclipse del Siglo”, por aquello de que un eclipse de la magnitud de oscuridad que se espera ocurre cada 70 años, y que en esta ocasión sí habrá de oscurecerse en pleno día, por espacio de 2 minutos con 40 segundos. Gracias a los medios electrónicos y las redes sociales, este fenómeno ha estado siendo muy difundido. Uno de mis hijos, Miguel, me preguntó el viernes si el eclipse va a causar situaciones malas, ya que leyó en Internet que habrá terremotos y demás cataclismos, incluso que vamos a bajar de peso y subir de estatura, en el lapso que la luna tape el sol. Yo le dije en broma que siendo así lo del peso y la estatura muchos quisiéramos que se mantuviera el eclipse toda la vida. Le dije además que cada vez que ocurre un eclipse, pasa también que mucha gente se asusta, sobre todo las embarazadas, que recurren a ponerse un seguro de metal en la ropa, a la altura del ombligo, ya que hay la creencia que el eclipse puede afectar al bebé. Incluso hay quienes ni salen ese día. Nunca se ha comprobado si es cierta esta teoría, pero mientras son peras o son manzanas, mucha gente la sigue adoptando. Lo que sí está comprobado por los médicos es que si se ve el eclipse con los ojos de manera directa, puede afectar seriamente la vista, por lo que lo más recomendable es mirarlo a través de lentes 3D o a través de programas televisivos que lo estarán trasmitiendo en vivo, la idea es no perdernos algo que pasa cada 70 años, y que indudablemente muchos ya no estaremos en la tierra cuando vuelva a ocurrir. A disfrutar pues el hecho, con moderación, pero sobre todo sin pánico. No hay que asustar a los chamacos porque si no luego cuando estén grandes estarán eclipsados por sus temores infantiles, como yo.