México ya cambió en muchos sentidos, quieran reconocerlo o no, por lo que no debe continuar con sistemas anquilosados generados en otro contexto político-social muy diferente al que estamos viviendo. En ese sentido, resulta urgente crear políticas energéticas con una visión renovadora, globalizadora pero inclusiva con nuestra realidad, abierta a cambios pero preservadora del entorno ambiental; un hecho que es impostergable para congresos, ayuntamientos, así como empresas.
Se estima que las inversiones generadas por la reforma energética son de 257 mil millones de dólares, en las que participan 82 empresas de 19 países y 51 de México; cifras que contradicen a los opositores de la apertura de este sector. Sin embargo, de esta fuerte inversión, en 2017 inició la derrama de 116 mil millones de dólares ¿Cuánto se estará invirtiendo en el sector público o privado para generar nuevas políticas?
Durante 2017 he tenido la oportunidad de conversar con grupos empresariales nacionales de México y regionales de Texas, además de tres gobernantes así como un sin número de candidatos, todos estos encuentros tuvieron como eje de cierre las ventajas que brinda la reforma energética, en ninguno de los casos contemplan la posibilidad de crear políticas de aprovechamiento de este nuevo paradigma.
Un fuerte grupo empresarial gasolinero del sureste de México que lleva construidas más de 20 nuevas estaciones de servicio para uso privado, no contempla aprovechamiento energético para bajar sus costos de operación. Sí están detrás de la participación –junto con otros inversionistas- de la construcción de una refinería privada, pero se quejan de los costos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en lugar de producir ellos mismos la energía eléctrica que requieren, o peor aún, en todas sus empresas no tienen un solo vehículo híbrido o eléctrico.
Un caso para no perderse en 2018 está en el sector cementero ante la eventual introducción al mercado mexicano de China, Corea, Vietnam, Egipto y Turquía. Este segmento productivo aporta 20 mil millones de pesos anuales al Producto Interno Bruto (PIB), que se ha visto impactado particularmente por los precios del diésel; en ese sentido CEMEX -además de contar con CEMEX Energía desde 2015- está incluyendo planes de aprovechamiento energético para sus instalaciones.
Salvo el Congreso de Coahuila ¿Cuántas otras cámaras estatales han aprobado regulaciones para este nuevo potencial mercado? En ese sentido, poco se discute, todavía menos se especializan los legisladores locales por temas que van desde la transición eléctrica, explotación de subsuelo con la tecnología de fractura hidráulica, impulso de las tecnologías para las energías renovables, vaya, hasta el polémico asunto del agua.
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