Entrando en la recta final de los procesos para conseguir el triunfo en las urnas para las gubernaturas de Coahuila, Nayarit y el Estado de México, justo a 15 días de los cierres de campañas, cada uno de los respectivos candidatos están apretando el paso conforme a sus estrategias o –que es lo peor- como se les ocurrió.
Coahuila es la entidad donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) corre la mayor posibilidad de perder la elección, aunque el fantasma de la derrota deambula en todas partes, pero en este tiene más riesgo que se fue formando desde hace años antes de este domingo, 4 de junio.
Miguel Ángel Riquelme, candidato del PRI, impuesto por un poderos grupo lechero de Torreón que lo consiguió hasta su tercera ocasión, ahora aun pese al dominio que ostenta -todavía- la familia Moreira Valdez; pese a tener en su plan de ruta obtener la candidatura estatal, en septiembre de 2016 realizó una escandalosa fiesta por su cumpleaños número 46, a la que no se hicieron esperar las duras críticas por el lujo ofrecido a sus más de mil invitados.
Aun cuando Miguel Riquelme durante su campaña política presume que pudo brindar estabilidad en la seguridad pública y desarrollar la economía local durante su gestión como presidente municipal de Torreón, lo cierto que la emblemática ciudad lagunera dista mucho de los años de oro que vivió gracias al algodón, ganadería y productos lácteos. Peor aún, su discurso no encaja con la realidad que se vive en Coahuila que al cierre del cuatro trimestre de 2016 generó 20 mil 500 empleos formales cuando la meta era llegar a 30 mil.
La comunicación política diseñada para Miguel Ángel Riquelme resulta no tener congruencia con la realidad que vive el coahuilense, más allá dista la estrategia territorial para promover el voto hacia el priista pues no tomaron en cuenta un fenómeno natural que vive Coahuila en cada invierno: ‘Efecto Congelador’. Ciudades como Piedras Negras –por citar un ejemplo- por su ubicación geográfica la hace padecer los más crudos fríos por estar situada entre San Antonio, Texas, y Monterrey, Nuevo León, áreas que llegan a puntos cercanos a las nevadas.
El ‘Efecto Congelador’ no previsto por los estrategas del PRI es exactamente igual, las paredes del ‘refrigerador’ regional son un independiente Nuevo León, así como los recién panistas estados de Tamaulipas y Chihuahua. Sin olvidarnos que tiene como acelerador congelante 12 años consecutivos contralados por Moreira Valdez hacia los grupos políticos priistas así como simpatizantes o negociadores, impidiendo la alternancia dentro de su mismo partido.
Quizás al momento de la fotografía electoral Miguel Ángel Riquelme lleva la delantera por poco más de dos puntos porcentuales, pero la misma imagen indica que 35.24 por ciento nunca votarían por el PRI. El cierre de las preferencias es el reflejo que sí está influyendo el ‘Efecto Congelador’, mismo que además está propiciado por el ‘turismo político’ de panistas tamaulipecos y chihuahuenses para operar el eventual triunfo de Guillermo Anaya Llamas. ¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx
