CIUDAD DE MÉXICO.- Cuando se trata de ser anfitrión, México se pinta solo.
La Plaza de Toros México se vistió de verde, blanco y rojo, los tricolores Santiago González y Miguel Ángel Reyes-Varela emocionaron a los aficionados al vencer a Mike y a Bob Bryan en tres sets de 6-3, 4-6 y 10-2.
Su recibimiento fue magnífico. Entre aplausos y el clásico «¡México, México!» la pareja tricolor piso la cancha portando playeras de la Selección Mexicana de futbol, un uniforme poco convencional.
Frente a ellos tenían a dos aventureros, los gemelos Bryan, que desde que arribaron a la Ciudad de México predijeron que su experiencia sería increíble, y desde su primer saque sí que lo fue.
Esos 116 títulos que respaldan a los hermanos Bryan pesaron por momentos. Sus movimientos, casi perfectos, pusieron en aprietos a los mexicanos que llegaban tarde para devolver la pelota y que poco a poco se veían superados en el marcador.
Sin embargo, la actitud de González y Reyes-Varela cambió con el apoyo de los fanáticos. Mickey se movía de un lado a otro, rápido, con certeza y con un buen golpe de raqueta que emparejó el nivel.
El entusiasmo también le pegó a González, que con su experiencia supo llevar el juego y pegarle en sus puntos débiles a los gemelos, sobretodo, cuando en dos ocasiones el giro de cadera no le fue suficiente a Bob y los mexicanos terminaron por llevarse el primer set por parcial de 6-3.
Como todo buen espectáculo, el segundo set fue llevado al límite, Bob y Mike apretaron, sus toques sutiles apenas rebasaban la red, y la fórmula dio resultado, el segundo set fue para los visitantes por 4-6.
En el tercero y definitivo, simplemente el dominio fue mexicano.