CIUDAD DE MÉXICO.- El artista italiano Maurizio Cattelan rara vez ha rehuido a la creación de obras que sorprenden.
Después de todo, él es la persona responsable de ese plátano de 120 mil dólares y del popular y altamente simbólico inodoro de oro que desapareció en el 2019.
En su exposición individual más reciente que abrió hace unos días en Pirelli HangarBicocca, en Milán, Cattelan se ha propuesto abordar temas menos irreverentes y más existenciales como la fragilidad de la vida, la memoria y la pérdida colectiva.
Pero su obra sigue siendo tan provocativa como siempre: la tercera parte de su muestra “Breath Ghost Blind” es un enorme monolito de resina atravesado completamente por un avión -un recordatorio visceral y gráfico del 11 de septiembre de un hombre que se encontraba en Nueva York ese día, titulado “Blind”.
“‘Blind’ es algo en lo que tengo años de estar pensando”, dijo Cattelan, de acuerdo con una transcripción de una entrevista como parte del catálogo de la exposición.
“Tuve que caminar a casa desde el aeropuerto LaGuardia, lo que tomó horas, y las cosas que vi se quedaron conmigo.
“Alcanzar una cierta distancia, no sólo en el espacio, sino en el tiempo, se convierte en un paso necesario para poder recordar”, agregó en la entrevista, en la que señaló que se sintió como “un paso importante, casi necesario el que ‘Blind’ se presentara por primera vez en Italia”.
ARTE Y EL 9/11
Durante los últimos 19 años, el arte retratando el ataque más mortífero en la historia de Estados Unidos ha sido tenso, portando el peso de miles de vidas perdidas y al mismo tiempo tomando en consideración los pensamientos y sentimientos de quienes sobrevivieron.
Algunas obras directas y de confrontación han sido blanco de escrutinio. Por ejemplo, en 2002 la escultura de bronce de Eric Fischl, “Tumbling woman” (Mujer en caída) -de una persona desnuda cayendo a su muerte desde una de las torres- fue retirada después de solo unos días frente al Rockefeller Center debido a la protesta pública.
Al mismo tiempo, en términos generales se han acogido representaciones más abstractas, como los monumentos construidos en la zona cero y en el Pentágono.
¿Llega la obra de Cattelan en un momento, cuando se acerca el 20 aniversario de los ataques, en que las perspectivas han evolucionado?
Tan recientemente como en el 2017, Nancy Spector, entonces curadora en jefe del Museo Guggenheim, dijo haber estado “vacilante en el mejor de los casos” cuando Cattelan se acercó a ella sobre una posible escultura de un avión incrustado en un edificio.
“El momento (y tal vez la ubicación) no era el correcto”, escribió Spector, quien ya dejó el museo, en un ensayo a publicarse en el catálogo de HangarBicocca. “Después del 11 de septiembre, nada se sentía seguro, especialmente para los neoyorquinos”.
Incluso cuatro años después, Spector, en el ensayo, reconoció que “Blind” sin duda provocará fuertes respuestas emocionales. Pero agregó: “El hecho de que este monolito de una escultura hará su debut en el contexto de un museo en Milán como parte de la exposición del artista -y no en medio de la ciudad de Nueva York- permitirá que la obra respire, por así decirlo, y probarse públicamente como un objeto de significado profundo y complejo”.
El Guggenheim declinó hacer comentarios.
Roberta Tenconi, curadora del HangarBicocca, y Vicente Todolí, director artístico, dijeron vía correo electrónico que no albergaban duda alguna sobre mostrar “Blind”.
“El arte es una expresión de libertad y creemos que el papel de un museo es ser un lugar para compartir voces diferentes y generar pensamientos y reflexiones sobre el mundo en el que vivimos”, escribieron en un correo electrónico conjunto.
“‘Blind’ definitivamente recuerda un momento oscuro y trágico de la historia, y está ahí para recordar la fragilidad y la vulnerabilidad de todos los seres humanos”, añadieron.
“Exhibir la obra en Nueva York es una decisión que corresponde a las instituciones culturales y artísticas de allí”.
En 2011, el Guggenheim, bajo la dirección de Spector, presentó una retrospectiva de 21 años de la obra de Cattelan que incluyó 128 de sus esculturas, incluyendo una del Papa Juan Pablo II siendo golpeado por un meteorito y otra de Adolf Hitler arrodillado en oración.
“‘Blind’ es una obra sobre el dolor y su dimensión social, y está ahí para mostrar la fragilidad de una sociedad donde la soledad y el egoísmo van en aumento”, dijo Cattelan en su entrevista con los curadores de HangarBicocca.
“Debo decir que la pandemia volvió a hacer visible la muerte en nuestras vidas: es algo que siempre estamos tratando de reprimir y olvidar”.
El ensayo de Spector admira la nueva escultura de Cattelan aun cuando reconoce la intensidad de sus imágenes. “Como un auténtico monumento, ‘Blind’ considera sagradas las miles de vidas perdidas”, escribió.
“No pretende ser un gesto irónico”, escribió. “Pero al igual que con la más mordaz de las esculturas radicales y desestabilizadoras de Cattelan, mira al mal a la cara y se atreve a cuestionar el papel que la autoridad podría haber jugado en la perpetuación de tal inmoralidad”.
ARTISTA IRREVERENTE
– Maurizio Cattelan nació en Padua, Italia, en 1960 e inició su carrera fabricando muebles de madera y después se enfocó al arte.
– A nivel internacional, su obra cobró notoriedad con “La Nona Ora”, escultura de cera del Papa Juan Pablo II impactado por un meteorito, expuesto en 1999 en NY.
– El humor ácido, la irreverencia y la sátira son claves en sus producciones, lo que lo ha llevado a ser uno de los artistas más controversiales de la escena contemporánea.
– Uno de sus momentos más polémicos fue en la Bienal de Venecia del 2011, pues su obra “Los otros” eran dos mil palomas disecadas y embalsamadas en todo el pabellón.
– En 2016 colocó un inodoro de oro de 14 kilates en el baño del Guggenheim de Nueva York.
– “Comediante”, su plátano pegado con cinta en el both de la galería Perrotin, en Art Basel Miami en el 2019, causó shock y opiniones divididas. Dos ediciones se vendieron en 120 mil dólares y una tercera en 150 mil.
