BEIJING.— Mikaela Shiffrin sufrió el miércoles su segunda eliminación rápida en una prueba de esquí alpino en los Juegos de Beijing. Su salida en el slalon de dos mangas tardó apenas cinco segundos en torcerse, en torno a la mitad del tiempo tardó el lunes en cometer un error en el slalon gigante.
En sus declaraciones a periodistas tras la prueba, la estadounidense admitió que no tenía claro qué había ocurrido o cómo proceder.
‘Nunca me había visto en esta situación antes’, dijo entre lágrimas la ganadora de dos medallas olímpicas de oro, ‘y no sé cómo gestionarlo’.
La esquiadora de 26 años de Colorado, que ganó el slalon en los Juegos de Sochi de 2014 y el slalon gigante en los Juegos de Pyeonchgang de 2018, salió la séptima el miércoles.
Comenzó a perder el equilibrio y salirse de control tras apenas cuatro segundos y cuatro puertas, con un viraje demasiado amplio que la alejó hacia la derecha. El mango amarillo neón de su bastón derecho rozó la nieve cuando se pasó de la quinta puerta.
Shiffrin se fue a un lado de la pista, se quitó los esquís y se quedó en el suelo sacudiendo la cabeza, antes de apoyarla en los brazos sobre las rodillas flexionadas. En Estados Unidos, la cobertura de NBC se quedó en esa toma, lo que molestó a algunos espectadores.
Petra Vlhova, la principal rival de Shiffrin en el Mundial de esta temporada, logró el primer oro olímpico de Eslovaquia en esquí alpino con un tiempo combinado de 1 minuto, 44.98 segundos. La austriaca Katharina Liensberger se llevó la plata.
Shiffrin llegó a Beijing con planes de competir en las cinco carreras individuales, y si gana otro oro sería apenas la segunda mujer en ganar al menos uno en esquí alpino en tres Juegos Olímpicos seguidos.
Su próxima oportunidad de competir podría llega el viernes en el supergigante, aunque el miércoles insinuó que podría plantearse no hacerlo. Nunca ha competido en un supergigante olímpico, aunque lo ganó en los mundiales de 2019.
