NUEVO LAREDO, TAM.- Ayer por la mañana, después de una ceremonia en la que recibieron la bendición, partió la Rosa de Plata de Nuevo Laredo, ya son 59 años que esta ofrenda guadalupana proveniente de Canadá y que cruza por Estados Unidos ingresa a México por esta frontera para llegar hoy 12 de diciembre a la Basílica de Monterrey, Nuevo León.
Fue a las 9:00 de la mañana cuando los Escuderos de Colón, alumnos del Colegio México y adolescentes de nuevo ingreso recibieron la bendición antes de partir por parte del párroco del Santuario Armando Arizola.
Además de bendecirlos con el santísimo, el cura Rocío con agua bendita los pies de los corredores.
Fue Derly Jesús Gallegos, estudiante de 14 años de edad de la Secundaria General Número 1, Juvenal Boone Flores, el Escudero de Colón que inició la Carrera de Relevos en su edición número 59 de la Rosa de Plata.
“Esta es la tercera vez que participó en esta carrera, mi papá es Caballero de Colón de la parroquia Santísima Trinidad. Me dio mucho gusto que me dijeran que yo abriría la carrera, me lleno de emoción y alegría”, comentó.
Por su parte, Filadelfo Medellín Ayala, gran caballero del Consejo 3588 de la Orden Caballeros de Colón Nuevo Laredo explicó que en esta carrera de relevos participaron 35 jovencitos del Colegio México y 10 escuderos nuevos, el promedio de edad es de 12 a 19 años.
“Partimos del Santuario por la calle Canales se da vuelta a la calle González hasta la Guerrero para tomar la Reforma y después la Carretera Nacional. El domingo se realizó una misa en la que participaron todos los Caballeros de Colón de las diferentes parroquias, fue a la 7:00 de la noche y también se participó en la procesión, se realizó la guardia de cuarto grado, ahí fue la misa comunitaria”, comentó.
El lunes a las 8:00 de la noche se realizó el Rosario del Amor Guadalupano, este es un rosario que tiene una catequesis especial impartida por monseñor Chávez postulador de la beatificación de San Juan Diego.
Desde ayer la Rosa de Plata llegó a Hidalgo, Nuevo León y deberá llegar a su destino final, la Basílica de Monterrey, Nuevo León.
“Esperemos que Dios nos siga favoreciendo para hacer pública la manifestación del amor y la fe a Santa María de Guadalupe y llevar a su divino hijo. Esperamos que la gente lo aprecie, porque es un evento internacional y de toda la comunidad”, concluyó.