CIUDAD DE MÉXICO.- Antes de que Max Verstappen regresara a México, le tuvieron que advertido que el pez por la boca muere, pues al pecar de ser sincero, provocó que le quitaran su segunda pole position.
La falta de discreción hizo que el holandés, quien había logrado la posición de privilegio en la calificación para el Gran Premio de México 2019 con un crono de 1’14″758, obligó a que los comisarios de pista investigaran el momento del incidente que tuvo Valtteri Bottas, de Mercedes, en el último sector del Autódromo Hermanos Rodríguez, a una curva de terminar la Q3.
Tras la conferencia de prensa a la que acudieron los tres primeros lugares de la calificación: Verstappen, Charles Leclerc y Sebastian Vettel, el piloto de Red Bull fue citado a declarar después de admitir que no redujo su velocidad tras el accidente de Bottas.
“Sí supe que Valtteri se había estrellado”, respondió a una pregunta de un reportero, quien le pidió aclarar si es que había levantado el pie del acelerador, a lo que el piloto de Red Bull respondió, “no parece que lo haya hecho, ¿o sí?”.
Tras la deliberación, los comisarios decidieron penalizar al bicampeón del GP de México, con tres posiciones en la grilla de partida, luego de que no desaceleró con banderas amarillas tras el incidente del finlandés, quien salió ileso.
Con este cambio, Leclerc y Vettel, arrancarán en primera fila, con Lewis Hamilton, de Mercedes, y Verstappen en la segunda.
Esta no es la primera ocasión que el holandés es sancionado. En el GP de Rusia no desaceleró en banderas preventivas y lo penalizaron con tres, misma sanción aplicada aquí en México.
Los beneficiados con esta determinación fueron los pilotos de Ferrari, escudería que podría regresar al primer lugar hoy, tras 29 años, pues la última victoria del equipo italiano fue con Alain Prost, en 1990.