NUEVO LAREDO, TAM.- El gesto de humildad y del amor al prójimo se replicó en la Catedral del Espíritu Santo, ayer por la tarde, cuando monseñor Enrique Sánchez Martínez, obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo, lavó los pies a 12 personas, 6 de ellas migrantes, y los otros jóvenes que representaron a los Apóstoles, durante el Jueves Santo, en la Última Cena.
Fue a las 6:00 de la tarde, cuando inició la eucaristía que fue con-celebrada por el presbítero Julio López de la Casa del Migrante Nazareth y Rogelio Lozano, párroco de Catedral.
Por parte de la Casa del Migrante, fueron personas de Cuba, Venezuela, Honduras, México y Haití quienes representaron a los discípulos del hijo de Dios.
En su homilía, Sánchez Martínez exhortó a la comunidad a seguir el ejemplo de Dios de amar al prójimo hasta el extremo. “Cuando un ser humano se ve vejado en sus derechos, ese es el signo que hoy realizaremos para que no se nos olvide cómo debemos actuar en la familia, debemos lavar los pies, dar la vida, en la familia”, señaló.