NUEVO LAREDO, TAM.- El fin de semana recién concluido, fue el más caliente del año, puesto que el viernes la temperatura alcanzó los 40 grados centígrados, mientras que sábado y domingo el termómetro registró 42 grados.
Incluso por la noche del sábado y domingo, las temperaturas no descendían sintiéndose un enorme bochorno, que afecto a aquellas personas que no tienen clima o aire acondicionado.
Aun así esta temperatura, es menor en dos grados centígrados a la que se presentó en julio del año 2000 con 44 grados centígrados y que en el histórico de CILA de 1999 a la fecha es la más elevada en una canícula.
“Sábado y domingo con una temperatura de 42 grados centígrados, a esto hay que aunarle el asfalto, concreto, laminas, vidrios, combustión de autos, camiones, autotransporte de carga, esto fácilmente incrementa la temperatura en 3 o 4 grados más, por lo que la sensación térmica debe haber rondado por los 45 o 46 grados centígrados”, comentó Agustín Boone González, titular de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) de Nuevo Laredo.
Para la semana que recién acaba de comenzar, se esperan temperaturas menos drásticas, incluso se habla de que allá por la mitad, deberían presentarse algunas tormentas, pero esto es solamente un aviso que ofrece el meteorológico nacional.
Ahora lo importante para la región es que se presente lluvias, las presas se encuentran en momentos muy complicados, con una cantidad de agua muy inferior a su capacidad total.
“Ya se dijo anteriormente que el agua que hay en las presas internacionales y que le corresponde a México, es suficiente para garantizar el consumo humano, pero no así para el riego que se utilizan en la agricultura, entonces es importante que llueva muy pronto”, concluyó.