CIUDAD DEL VATICANO.- En un improvisada homilía por el Domingo de Pascua, el papa Francisco animó a los fieles a mantenerse firmes en la fe con sus “corazones temerosos” a pesar de todas las guerras, enfermedades y odio en el mundo, reconociendo que muchos se preguntan dónde está dios entre tanta maldad y sufrimiento.
Decenas de miles de fieles desafiaron las fuertes medidas de seguridad y a un breve aguacero para conseguir un lugar en la plaza de San Pedro para la misa del Domingo de Pascua oficiada por el pontífice en las escaleras de la basílica de San Pedro.
Tradicionalmente, la misa de Pascua no incluye la homilía del papa, que se reserva sus reflexiones para la bendición “Urbi et Orbi”, un mensaje solemne “a la ciudad y al mundo” que se ofrece a mediodía desde el balcón central del templo.