El Dólar
Compra:
$16.00
Venta:
$17.20

Semana Santa a distancia

Los días tan inusuales que vivimos nos dejan mucho a la imaginación, al encuentro, a la creatividad. También, nos pueden provocar angustia, soledad e inseguridad. Creo que es normal. Son tiempos difíciles que nos hacen pensar mucho y hacer el día a día de una manera distinta: estudiar distinto, trabajar distinto, convivir y comunicarnos distinto. Pero también nos hace vivir y expresar la fe de manera distinta: como nunca antes lo habíamos hecho.
Sin embargo, aunque nos quedemos en casa (como nos corresponde) y las parroquias estén vacías, esto no quiere decir que estos días dejen de ser santos: no alzamos los ramos pero sí vemos la Pasión; no hay pan bendito pero sí Cena del Señor; no se ve el lavatorio de pies, pero el mandamiento del Amor no caduca; no acompañamos el vía crucis pero sí contemplamos la Muerte del Señor.
Así, aunque haya tinieblas, no es que la Luz del Señor se apague, ni que la Vida no venza sobre la muerte, ni que no tengamos la gran fiesta de la Pascua.
En definitiva, aunque la Semana Santa no será como otros años, no quiere decir que no haya ni Cruz ni Resurrección. La Semana Santa no se suspende, no se mueve, no se cancela. La fe no se pone en pausa.
Muy por el contrario, este tiempo, aún y cuando no tenga grandes y masivas expresiones populares, la Iglesia conserva lo esencial de su fe, y por eso, ésta tendrá que ser más abrasadora que nunca. Pues, aunque físicamente estamos separados, el Espíritu nos mantiene en la comunión de la Iglesia. Nos hace vivir la fe en comunidad aún en la distancia. Nos hace consientes de la unidad y la catolicidad (universalidad) de la Iglesia. Recordemos con seguridad que en medio de todo esto ¡seguimos siendo Iglesia!

Por eso, estimados lectores, aunque en casa, tenemos que recordar que estos días tienen mucho valor… No podemos quedarnos en pijama haciendo “ordinario” lo que no es ordinario… ¡Estos días son santos y extraordinarios!
Son días que nos hacen celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor… ¡El gran misterio y fundamento de nuestra fe! (cf. 1Co 15,17).
No podemos permitir que nos pasen de noche. Tampoco dejar que el desánimo o lo poco atractivo que parece quedarse en casa nos robe la oportunidad de vivir estos días como se deben. Lo repito: la fe no se pone en pausa.
Así, sin que la “pantalla” nos enfríe, y sin que la casa nos acomode. Aprovechemos los muchísimos medios que nos permitirán seguir y vivir los oficios de Semana Santa. Para que estos días se vivan y se vivan bien, entre los nuestros y en el hogar. Entre la crisis y la enfermedad.

Les deseo a todos que esta Semana Santa a distancia sea oportunidad para encontrarnos en nuestra propia casa con el Jesús sufriente, pero también, con el Jesús radiante y lleno de vida: el Cristo resucitado, el que con su alegría llena de esperanza nuestras vidas y renueva todas las cosas (cf. Ap 21,5).
Que este tiempo difícil nos enseñe a ser más atentos con el que sufre, más pacientes, más hermanos, más responsables. Sobre todo, que estos días, nos haga más solidarios, más humanos.

¡Mucho ánimo! Esta crisis pasará. Con dificultades, pero pasará. El único tiempo definitivo es la Resurrección.
Desde mi propia cuarentena en Madrid, rezo mucho por ustedes.

Concebido como una nueva plataforma tecnológica de impacto regional, Lider Web trasciende más allá de lo tradicional al no ser únicamente una nueva página de internet, sino más bien un portal con información al día que integra a los diferentes medios que conforman El Grande Editorial: Líder Web y Líder Tv

Contactanos:
Tel: (867) 711 2222
Email: editor.liderweb@gmail.com

Social

805 Follows