Mientras el sur literalmente se hunde, la COMAPA de la zona conurbada sigue entrampada por la inexperiencia del flamante gerente ADOLFO CABAL.
La crisis le estalló. Los constantes socavones han generado pánico entre los habitantes particularmente de Tampico y Madero y el organismo está sometido por que los funcionarios heredados no se quieren ir.
Sin recursos para la liquidación de ley, los gerentes se mantienen en sus puestos, pero solo cumplen con el horario laboral. Es común observarlos ir y venir en los pasillos del inmueble.
La fila de nuevos ingresos es larga y está detenida. El proceso de relevos podría extenderse hasta enero por limitaciones financieras.
La COMAPA necesita 200 millones de pesos para reparar lo más urgente y prevenir otros hundimientos.
Es cierto, las atípicas lluvias de principios de este mes aumentaron el riesgo como lo dijo JORGE MANZUR pero su declaración mediática suena más a justificación no pedida porque él fue protagonista de lo que hoy se cuestiona.
Manzur fue gerente de la COMAPA en dos ocasiones, relevó en la segunda oportunidad a MARIO LEAL.
Ambos, Manzur y Leal, siguen activos en el ejercicio público.
Ahora, como Secretario de Obras Públicas en la administración de MAGDALENA PERAZA en Tampico, a Manzur le toca resolver las consecuencias de lo que no se hizo en aquellos no tan lejanos ayeres.
El alcalde de Madero ANDRES ZORRILLA lo dijo hace unas semanas; que recibía un municipio socavado por la falta de obras y la falta de mantenimiento que por años ha desatendido la COMAPA.
Faltaría saber sí hay voluntad política para emprender una investigación que permita determinar los orígenes de los hundimientos y sobre todo confirmar a quien o quienes resulten con responsabilidad.
Por lo pronto la Secretaría de Gobernación ya formalizó la Declaratoria de Desastre para los municipios de Tampico, Madero y Altamira como lo solicitó en tiempo el gobernador FRANCISCO GARCIA CABEZA DE VACA.
El trámite era necesario para acceder a los recursos del FONDEN solo hay que esperar a su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Aunque se trata de la emergencia por las lluvias del pasado 3 de noviembre, los recursos podrían permitir el inicio de acciones para aminorar los riesgos de un sistema de drenaje que está literalmente colapsando y que mantiene en pánico a la población.
Entre los hundimientos y los problemas de carácter laboral que enfrenta la COMAPA, se confirma la inexperiencia del joven Cabal, que hasta hace un par de meses disfrutaba de la vida sin problemas en la quietud de su casa de Mcallen.
