Enrique Rivas Cuéllar resultó el presidente municipal mejor evaluado a nivel nacional, en su respuesta para enfrentar el Covid-19.
La encuesta la realizó Caudae Estrategias, en 55 ciudades del país y Rivas obtuvo 59.4 de aprobación; en segundo lugar se ubicó el alcalde de Saltillo, Manolo Jiménez, con 58.8; y el tercer lugar fue para Enrique Vargas del Villar, de Huixquilucan, con 58.6.
La encuesta se aplicó vía telefónica, los días 6 y 7 de junio.
Desde que inició la pandemia el gobierno municipal se ha aplicado en las acciones para enfrentar el Covid-19. Se construyó una clínica móvil para atender enfermos, se entregó equipo e insumos a los hospitales, se puso en marcha un plan emergente de empleo, se instalaron filtros en el km. 26 y en los puentes, se sanitizan lugares públicos, se instaló una línea telefónica para orientar a la ciudadanía, se entregan kits con cubrebocas y gel a los grupos más pobres, se han entregado miles de despensas a las familias vulnerables, entre muchas otras medidas.
La pandemia ni ha sido domada ni va en descenso. El peligro está latente y autoridades y ciudadanos debemos hacer cada uno lo que nos corresponde para vencer esta enfermedad que ya nos tiene fastidiados.
Y mientras se logra domar la pandemia, el alcalde Enrique Rivas ha insistido en que todos debemos tomar medidas preventivas para cuidarnos a nosotros mismos y a los demás. Hay que atender la recomendación, por el bien de todos.
En otro tema, no le funcionó al Presidente López Obrador su invento del BOA. Todo mundo está convencido de que el documento fue redactado desde la presidencia de la república. Además, El Universal reveló que un día antes de darse a conocer el BOA, un personero de Morena les propuso que dieran conocer el documento, para que de esa forma el diario se deslindara, ya que el BOA lo incluye entre los integrantes del bloque opositor. Pero el diario no aceptó.
Todo mundo ya sabe, también, que el gobierno federal está atrás de las marchas violentas en Guadalajara y la Ciudad de México. El mismo Presidente señala que la policía tiene instrucciones de no enfrentar a los manifestantes, porque es caer en una provocación. ¿O sea que si los quieren matar no deben oponerse?, como pasó con el policía al que se le prendió fuego en Guadalajara, con la obvia intención de lastimarlo.
Es obvio que con estas marchas en Guadalajara se quiere debilitar al gobernador Enrique Alfaro, ¿pero y lo de la Ciudad de México? La verdad es que no terminamos de entender a la 4T que insiste en que se investiga a los grupos anarquistas para dar con sus cabecillas y detenerlos, pero lo vienen diciendo desde el inicio del sexenio. Es lo mismo con el tema del combate a la corrupción, que se combate de saliva, pero no hay detenidos. Si hubiera voluntad, ya deberían estar presos miles de implicados. Pero como no hay detenidos, ninguno de los señalados por corrupción se preocupa. Y los pocos detenidos, lo son por venganza, no por un afán de justicia.
