El Ejército Mexicano es una institución con una larga tradición patriótica y de servicio a la sociedad mexicana. El 19 de febrero se conmemoraron 107 años de su institucionalización, oportunidad para reflexionar los hechos históricos que contribuyeron a su origen y reconocer la ardua labor que realizan para defender la integridad y soberanía de la nación, garantizar seguridad interior, auxiliar a la población en casos de emergencias, así como su contribución al progreso del país.
El Origen del actual Ejército Mexicano surge en el XXII Congreso Constitucional Libre, Independiente y Soberano del Estado de Coahuila, el 19 de febrero de 1913. El Congreso local desconoció a Victoriano Huerta como Presidente de México, y otorgó facultades a Venustiano Carranza, gobernador del estado, para crear una fuerza armada que restableciera el orden constitucional en el país. Una vez promulgada la Constitución de 1917 adoptó el nombre de Ejército Constitucionalista y más tarde Ejército Mexicano.
El Ejército Mexicano es resultado de las diferentes movilizaciones armadas posteriores a la revolución. La visión constitucionalista en la conformación del Ejército contribuyó a la ciudadanización de la institución, al reconocer al Presidente de México como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. En un principio, la tradición presidencial fue que los candidatos a ocupar el cargo provenían del Ejército. Esto dejó de ser así hasta 1946, cuando Miguel Alemán Valdés ganó las elecciones y se convirtió en el primer Comandante Supremo con formación civil.
Actualmente, el presidente es Comandante Supremo de la Fuerzas Armadas, pero es a través de la Secretaria de la Defensa Nacional que se organiza, administra y prepara al Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos, con el objetivo de defender la integridad, independencia y soberanía de la nación. Por otra parte, el Ejército ha aumentado su capacidad de servicio a la sociedad y con esta su Misión.
La institución garantiza seguridad interior, apoyando a gobiernos y policías locales; auxilia a la población en casos de necesidades públicas en temas de salud, educación, vivienda, entre otras; realiza acciones cívicas y obras sociales, como es el cumplimiento de protocolos de protección civil y la construcción de escuelas, y en caso de desastres auxilia a la población afectada, proporciona ayuda humanitaria y reconstruye zonas afectadas.
El Ejército Mexicano es una institución que contribuye al progreso del país y de su sociedad. Un último ejemplo es su compromiso con los Derechos Humanos (DDHH) de todas las personas.
Si bien, el Ejército mexicano es de paz, los integrantes de la institución, en todos sus niveles jerárquicos se han comprometido a adoptar los DDHH como parte de sus protocolos de acción, y sobre todo a proteger los derechos de cada integrante de la sociedad mexicana. Lo anterior se observa en la campañas de sensibilización en las que participan, así como en la calidad en los servicios que ofrecen.
