Los partidos políticos tienen hasta el 1 de junio para sustituir candidatos, por las causas que fueren, es decir, un día antes de la elección. Pero es poco probable que haya cambios. Los partidos han puesto sus cartas sobre la mesa y con ellas van a jugar.
En cambio el 15 de abril es la fecha límite para solicitar al Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM) que en la boleta electoral se incluya el sobrenombre o alias con el que son conocidos públicamente los candidatos, como podría ser el caso de Félix Fernando “Moyo”García Aguiar, que competirá en el Distrito 3, bajo las siglas del PAN.
Por cierto que el Moyo García se reunió con un grupo de reporteros con los que habló de los tiempos que vienen y de su compromiso de trabajar cerca de la gente.
El doctor Jaime Emilio Gutiérrez, que coordinará la campaña del Moyo García, está muy animado.
Como se sabe Jaime Emilio fue candidato a diputado, por el Distrito 3, en el 2016, bajo las siglas del PRI y perdió.
La derrota no lo desanimó, continuó militando en el tricolor y le dieron una cartera en el Comité Municipal, pero en el primer tercio del 2018 lo sacaron de su oficina y lo echaron a la calle, lo que lo acercó al PAN. Ahora le toca trabajar en contra de su antiguo partido.
¡Qué vuelcos da la vida!
En otro tema, ya no sabemos qué pensar del Presidente Andrés Manuel López Obrador. No dudamos de sus buenas intenciones para mejorar todo lo que se pueda mejorar, pero de ahí que con su sola palabra sea suficiente, hay mucha diferencia.
Ahora resulta que los responsables de que la gasolina esté cara son los concesionarios y dice que va a exhibir a los que venden más caro el litro y que si eso no es suficiente el gobierno construirá gasolineras para abaratar el precio.
El precio de la gasolina es caro porque se rige por valores mundiales; es caro porque así lo decide Pemex; es caro porque de ahí obtiene el gobierno federal el dinero para subsidiar los programas sociales, como las pensiones a los mayores de 68 años, las becas a los estudiantes y todos los apoyos clientelares que se están otorgando actualmente.
Si el gobierno construyera gasolineras -¿cuántas necesitará en un país de 130 millones de habitantes? ¿Cincuenta mil, 100 mil?—lo único que haría es incrementar el déficit fiscal, monopolizaría la distribución y al final el litro de gasolina nos costaría 40 pesos, y no los 20 de ahora, en el interior del país.
En resumidas cuentas el Presidente se aferra en seguir actuando como candidato, para así evadir sus responsabilidades. Ya es hora de que actúe y dé resultados. Para eso lo eligieron 30 millones de votantes. Ahora que cumpla.