Por unanimidad, los 11 magistrados que integran la Suprema Corte de Justicia echaron abajo la Ley Bonilla, con lo cual el período de gobierno de Jaime Bonilla será de dos años. Esto significa que en Baja California habrá elecciones el próximo año para escoger al sucesor de Bonilla, que obviamente está impedido para buscar la reelección. Esta no existe ni para el Presidente de la República ni para los gobernadores.
Con este fallo se pone punto final a un asunto que debió ser resuelto hace mucho tiempo, pero por alguna razón la Suprema Corte de Justicia atrasó su resolución, posiblemente fue cauta para no hacer enojar al Presidente Andrés Manuel López Obrador que jamás se pronunció en contra de ampliar el periodo constitucional, con el argumento de que es respetuoso de la autonomía de los Estados.
Bonilla fue electo el 2 de junio de 2019.
Su elección fue por un período de dos años, pero el 8 de julio de 2019, un mes después de las elecciones, el Congreso de Baja California votó para ampliar su estadía a cinco años.
El 11 de septiembre de 2014, el Congreso había aprobado que en el 2019 se eligiera al gobernador por un período de dos años, para empatar las elecciones locales con las federales.
Además, el 14 de octubre se realizó en Baja California una consulta ciudadana en la cual el 71.1 por ciento dijo estar a favor de una gubernatura de cinco años, como si una encuesta estuviera por encima de la Constitución.
El 1 de noviembre Bonilla tomó posesión como gobernador y en ese momento se insistió que era por cinco años, en medio del escándalo generado por la forma caprichosa en que se pretendió violentar el pacto constitucional, con el silencio y complicidad del Presidente de la República.
Hoy se punto puso final a una discusión que desde un principio debió ser frenada, pero no se hizo. Y surge la duda si el gobierno federal estaba calando a la sociedad con este tema.
