Ryan García es una nueva estrella del pugilismo internacional, es bastante joven, con solo 21 años de edad ya la está “rompiendo” en el mundo del boxeo. Aparte de su talento en el ring, Ryan también es un fenómeno en las redes sociales, en Twitter y en Instagram “The Flash” cuenta con miles de seguidores.
FUTURO PROMETEDOR
Su última víctima fue el ex campeón Romero “Ruthless” Duno, un filipino quien poseía la faja NABO (Organización Norteamericana de Boxeo) García lo fulminó en el primer round y de pasó se quedó con el fajín Plata del CMB (Consejo Mundial de Boxeo) el cual hasta en ese momento se encontraba vacante, el combate se realizó en Las Vegas..
Ryan, ya forma parte de la familia boxística del magnate Oscar de la Hoya su empresa GBP (Golden Boy Promotions) ya arropó al muchacho californiano y lo está vendiendo al público como la nueva sensación de las 135 libras.
García despliega un sinfín de virtudes pugilísticas, es muy veloz (de ahí su mote “The Flash”), al momento de atacar es violento y preciso, reflejos alterados, buen alcance, excelente condición física, potencia en sus golpes rectos y curvos, además del “timing” exacto. Con ello García reúne casi todas las características para ser un grande, solamente le falta poner a prueba su verdadera resistencia.
La personalidad de Ryan es otra de sus formas de llamar la atención, es extrovertido, altanero y hasta cierta manera es soberbio por eso también ha ganado detractores. Solo el tiempo dirá si Ryan García se convertirá en leyenda o en otro ídolo de papel.
PELEA DE YOUTUBERS
Los youtubers están de moda y también le entraron al boxeo, Logan Paul y KSI, se “fletaron” en el Staples Center de Los Ángeles reuniendo a 20 mil fanáticos, los populares “influencers” tienen más de 20 millones de seguidores en la web.
Se presentaron en su primera pelea como “profesionales” pactando la contienda a 6 asaltos dentro de la división de los pesos cruceros.
El estadounidense Logan Paul, de mayor altura y musculatura llevaba las riendas con algo de técnica manteniendo lejos al británico, quien después se avivó y agredió constantemente al pedante rubio.
Logan conectó un upper desconectando al rival, quien cayó aturdido, el error de Paul fue rematarlo en la lona y por esa nefasta acción le descontaron puntos, y por esa estupidez el norteamericano perdiera en la decisión de manera dividida. Es compresible que sucediera algo así pues en realidad no son profesionales y desconocen las reglas.
La moraleja apunta, que a veces se puede ir ganando un pleito, pero un error cuesta la derrota. Esta pelea, aunque fue de “rebane” estuvo muy entretenida y más emocionante que otras disputas de campeonato, dejando en claro que tristemente el boxeo de cierta forma ya se ha convertido en un show.
Y el boxeo no se acaba, cada semana estaremos con la columna: Mundo del Boxeo…¡Arrivederci!