Seguimos para adelante en el trayecto del boxeo, el rudo deporte de incesante rivalidad, donde semana tras semana hay enfrentamientos importantes. Y para darle continuidad al asunto, ya vimos lo acontecido con los campeones Jaime Munguía y Emanuel “Vaquero” Navarrete, ambos retuvieron sus coronas con éxito.
DEFIENDEN SUS CAMPEONATOS
En Carson, California, Munguía mostró avances en la defensiva de la mano de su nuevo entrenador la leyenda Erick “Terrible” Morales. Los dos tijuanenses parecen entenderse bien y eso se reflejó en el cuadrilátero. Munguía dejó atrás la mala defensiva bloqueando los golpes con los guantes encaminándose hacia la victoria.
Aunque el rival en turno el africano, Patrick Allotey no exigió casi nada, cayendo a la lona antes del quinto round. La potencia de Munguía fue clave lanzando su furia sobre las costillas del retador quien abandono exhausto la contienda por el título Súper Welter de la Organización Mundial de Boxeo.
Por su parte en Las Vegas, “El Vaquero” Navarrete va adquiriendo solidez y también consiguió el anhelado cloroformo, pasándole por encima al filipino Juan Miguel Elorde. La batalla de los pesos Súper Gallos tendría que haberse terminado al final del tercer asalto.
REFERIS NEGLIGENTES
Elarde ya estaba lastimado y no quería saber nada, pero el réferi insistió en dejar avanzar el combate, solo para que el tagalo recibiera golpes innecesarios. Navarrete tuvo compasión de su adversario y ya no quiso darle la estocada final.
A veces los réferis se dejan llevar por la adrenalina y al ser la persona más cerca a los boxeadores, quieren ver más barbarie sin importarles la vida del pugilista
Pasando a otros argumentos, en algo que no estoy de acuerdo es en los arreglos del llamado “catchweight” o peso acordado, deberían estar prohibidas las cláusulas que causan deshidratación en los peleadores, para luego “rehidratarlos”, dichas cláusulas las considero riesgosas y ventajistas.
En el box, antes que nada, lo más importante y lo primordial es la integridad de los púgiles, es más justo y transparente que ambos peleen en su peso natural sin alteraciones en el peso.
Sin embargo, es difícil de invalidar el peso acordado, pues el boxeo aparte de ser un deporte, ya en altos niveles es un gran negocio.
EL SPARRING NO ES UNA PELEA
También, debemos de recordar que en las sesiones de sparring no hay ganadores, no hay perdedores, ni tampoco hay empates, ni mucho menos “no contest” o combate nulo. En sí, el sparring no es una pelea oficial, ni una exhibición, el sparring es una práctica y por lo tanto no se apunta un resultado.
La sesión de sparring sirve para poner a prueba la combatividad, la técnica y la condición física y es de gran ayuda para la antesala de una pelea. Todos los boxeadores deben hacer sparring, se puede considerar que sí un boxeador no hizo sparring tiene perdida la pelea. Y el boxeo no se acaba, cada semana estaremos con la columna: Mundo del Boxeo…¡Arrivederci!
