La Artritis Reumatoide es una enfermedad crónica, degenerativa e inflamatoria que aqueja más de un millón de mexicanos.
Popularmente, la gente habla de reumas para referirse a la Artritis Reumatoide (AR), mal que daña cartílagos, huesos, tendones y ligamentos, e incluso puede causar incapacidad permanente si no se trata a tiempo. La AR suele atacar a gente de 25 a 50 años, y son mujeres las más afectadas; en México, tres mujeres por cada hombre la padecen, según Inegi.
Señales de alerta. Los principales síntomas son inflamación simétrica de articulaciones, dolor articular, rigidez matutina, sensación de calor, enrojecimiento e hinchazón en zonas afectadas.
Y pese a dormir lo suficiente, se siente fatiga, cansancio extremo.
Las articulaciones que se inflaman son muñecas, nudillos, dedos de manos y pies, codos, hombros, caderas, rodillas y tobillos.
Si se sienten algunas de estas molestias es importante acudir con un reumatólogo, quien con pruebas de laboratorio o rayos X, puede hacer diagnóstico certero, y distinguir la AR de otras afecciones.
En México, una persona que padece esta enfermedad tarda en promedio tres años en acudir al reumatólogo, en muchos casos presentando daños articulares severos, entre otras complicaciones.
Incapacitante. Los datos indican que 61.5% de las personas que padecen AR y 44% de sus familiares en edad de trabajar, se encuentran desempleados, debido a la dependencia que genera el paciente al no poder realizar incluso las actividades más sencillas como vestirse, bañarse o comer por cuenta propia.
Pero hay esperanza, los pacientes pueden recuperar su autonomía y calidad de vida con tratamiento adecuado, de acuerdo con información del Colegio Americano de Reumatología.
Tus pies, tu soporte
Ejercitarse es indispensable para mantener una vida saludable y el cuerpo en forma, pero con precaución. Hay que recordar que los pies son la parte del cuerpo que más sufre.
Por ejemplo, especialistas comentan que en una carrera de 5km, el pie colisiona con el suelo más de cuatro mil veces y pueden ocurrir torceduras y esguinces de las articulaciones en tobillos o rodillas.
Es cierto, el riesgo de lesionarse existe en la práctica de cualquier deporte. La acción puede ocasionar problemas directa o indirectamente en el pie y la forma de apoyarlo, como:
• Luxaciones
• Torceduras y esguinces de tobillo
• Distensiones musculares y ligamentosas
• Lesiones causadas por estrés, exceso de presión ejercida en una zona
• Fracturas
Otro problema de importancia es utilizar un calzado inadecuado, ya que la presión que se ejerce sobre las plantas de los pies cuando el individuo camina es tres veces su peso corporal.