Fue el caos total: 8 horas sin electricidad, sin agua, sin internet y obviamente sin acceso a los servicios streaming y ni a la televisión abierta. Con el calor, imposible leer fuera de la casa. Y encima el confinamiento obligado por la crisis sanitaria. Son las consecuencias de acostumbrarnos a la modernidad y a la tecnología y por eso la tromba de este jueves nos desquició.
A otros le fue peor, pues la tromba tumbó árboles que cayeron encima de los coches y fue destrucción total.
Afortunadamente fue una tromba atípica, de esas que se presentan cada 3, 5 o más años. ¡Pero cómo dañó!
En otro tema, el gobierno de Tamaulipas dio a conocer que se han gastado más de 650 millones de pesos en la compra de insumos y la construcción de ocho clínicas móviles para atender a enfermos de Covid-19.
Son recursos que no estaban presupuestados y que se tienen que aplicar para enfrentar la crisis sanitaria. Esto además de que se están invirtiendo recursos para reactivar la economía una vez que se logre dominar la pandemia, pero no con palabrería, sino con hechos reales.
El mandatario estatal señaló que está consciente de que hay ciudadanos que ya quieren que se regrese a la normalidad, entiende su enojo y su preocupación, pero no se puede retomar la vida a como era antes del Covid-19 hasta que esta se controle.¨
Hasta ayer jueves, Tamaulipas reporta 1,213 casos positivos de Covid-19, 78 defunciones y 525 pacientes recuperados, equivalentes al 43 por ciento.
En algún momento se tendrá que reabrir la economía, porque mientras no haya vacuna será imposible volver a cero casos en el Estado, pero el regreso tendrá que darse cuando los casos vayan a la baja, y que los ciudadanos tomen sus medidas de higiene y sana distancia.
En otro tema, al diputado Félix Fernando García Aguiar le correspondió presentar ante el pleno del Congreso la iniciativa para castigar hasta con 4.5 años de cárcel a quienes agredan al personal médico.
Hemos visto que en la pandemia la mayoría de los ciudadanos reconocen el trabajo de médicos, enfermeras, camilleros y personal de los hospitales, pero se han presentado casos de abusos por parte de gente que los responsabiliza de propagar la enfermedad.
Esos casos deben ser castigados con todo rigor. En una dictadura que a quienes dañen a los médicos y enfermeras es probable que se les obligara a atender a los enfermos de Covid-19, como castigo por ser tan abusivos.
En México no vivimos una dictadura, pero algo se tenía que hacer para proteger al personal médico que arriesga su vida para salvar la de otros. Lo hacen porque es su responsabilidad y se sienten recompensados con cada paciente que se cura.
