El Covid-19 cada día está más cerca de casa, de Nuevo Laredo.
El caso más cercano estaba hasta hace algunos días en San Antonio y ahora se suma uno más en Monterrey.
En Laredo, Texas, se analizan dos casos sospechosos en el Hospital de los Doctores y para este fin de semana es posible que se tengan los resultados definitivos.
Las alarmas cada vez suenan más fuerte y es en este momento en que se requiere más calma. El Covid-19 es un virus nuevo, para el cual no existe cura por el momento, pero si lo comparamos con otras enfermedades, es menos letal.
Para no ir tan lejos, en Tabasco el suministro de un medicamento contaminado provisto por gente de la 4T ya cobró 5 muertes y el coronavirus no ha cobrado una sola víctima en el país.
Hasta el 10 de marzo, en todo el mundo había 113,702 contagiados y 4,012 muertos y en los dos primeros meses del 2020, la política de combatir a delincuentes con abrazos y no balazos, ya dejó más de 7 mil muertos, mucho más que las víctimas del coronavirus que tiene presencia en 109 países.
El Covid-19 no es un invento de los conservadores ni de los neoliberales como debe pensar el Ayatola de Palacio.
Lo grave del Covid-19 es que es una enfermedad nueva y no existe cura, además de su fácil propagación, pero en semanas o meses, se tiene que generar un control más efectivo en todo el mundo, como ya sucede en China donde los casos están a la baja.
Y aunque el virus no cobra tantas víctimas como la violencia, o como enfermedades crónicas como la diabetes o la alta presión, si es necesario estar preparados para una eventual llegada a Nuevo Laredo. Lo principal es estar informados, pero no a través de las mañaneras, donde aparte de que no se habla con la verdad se destila odio, sino a través de las autoridades sanitarias, ya sea estatales o las federales. A la que usted le tenga más confianza.
El coronavirus ya está afectando la actividad económica y los daños serán mayores si no actuamos con responsabilidad. En Italia, España, Estados Unidos, se han suspendido eventos masivos como conciertos de música, ceremonias de premios, el futbol y el basquetbol profesional, se han cancelado cruceros y vuelos de avión, el turismo se ha caído, se han suspendido clases en escuelas y universidades.
Ojalá que en México no pase lo mismo, pero de ser necesario se tendrá que aplicar y todos debemos colaborar, por el bien nuestro y de la humanidad.
En el 2009 el mundo vivió la emergencia del AH1N1 y salimos adelante, esperemos que la historia se repita y que más adelante, cuando recordemos la pandemia de Covid-19 nos imaginemos una lectura de la Peste de Albert Camus o la Guerra de los Mundos, de H.G. Wells y sus marcianos sucumbiendo al no resistir los virus terrestres.
