Nuevo Laredo, Tam. — Familias de las colonias Guerrero, Mirador y González Ortega vivieron horas de temor, cuando personal de la Secretaria de la Defensa Nacional, cerró varias calles para atender falsos reportes de actividades sospechosas.
Fuertemente armados y en patrullas artilladas con fusiles calibre 50, incluyendo vehículos blindados, los militares atemorizaron a los vecinos de estas colonias, a quienes amenazaron con sus armas para evitar salieran de sus domicilios y pudieran tomar fotos o video.
El modo de operar de los militares, que recientemente llegaron a Nuevo Laredo, es “investigar” en redes sociales y cuando presumen haber localizado un lugar sospechoso, usando teléfonos celulares prepago, “denuncian” las actividades ilícitas al Centro de Control, Comando, Cómputo, Comunicación y Calidad (C-5) y ellos mismos acuden.
La mañana del lunes, 21 de marzo, el personal de la SEDENA a bordo de varias unidades oficiales, cerró la calle Emiliano Zapata cuadra 1700 entre Washington y Bolívar en la colonia Mirador. Se metieron por la fuerza al domicilio 1714, donde sus moradores no estaban.
“Yo oí ruido, me asome por la ventana, estaban los estatales, tocaban y tocaban, minutos después salí y estaban los soldados, yo me metí, porque me dijeron que estaban buscando a alguien de enseguida. Se metieron y tumbaron el portón, yo les pregunte porque lo habían hecho y me dijeron que habían entrado porque tenían reporte esa casa, le dije que si tenía reporte y me dijo –un soldado- que me callara. Al rato me asomo y ya se habían ido, me asustaron, la manera en que se metieron” denuncio una vecina, madre soltera.
Los militares cerraron más tarde la cuadra 2300 de la avenida Jesús Carranza. A los vecinos les ordenaron no salir, porque iban a revisar el domicilio 2306, por un supuesto reporte.
“Llegaron como a mediodía, cerraron la avenida y nos dijeron que nos metiéramos a nuestras casas, porque traían una orden para la casa del vecino, que es un sastre. Oí cuando dijeron que se habían equivocado y se fueron”, señaló un vecino, quien pidió anonimato por temor a represalias.
Posteriormente el personal castrense se dirigió a Cesar López de Lara 3729, donde funciona un negocio de venta de llantas. Asustando a empleados y clientes, aseguraron tener reporte de actividades sospechosas, pero al comprobar que era una empresa se retiraron.
El personal de la SEDENA se dedica a “investigar” en redes sociales en busca de presuntas actividades sospechosas y piden les hagan llegar reportes, que una vez recibidos, los militares hacen la llamada a C-5, para acudir “legalmente”.