SAN NICOLÁS DE LOS GARZA, NL.-Que toquen la Marsellesa, que icen la bandera de Francia. Los cañones de La Galia han explotado, en el momento ideal, el tiempo perfecto. Tigres recobró la ferocidad en San Nicolás y no es coincidencia que esto haya sucedido justo cuando André-Pierre Gignac haya retomado las bases, su ABC y se reencontrara con su entrañable amigo, el gol.
La U de Nuevo León está en las Semifinales del Apertura 2016 porque se quitó pronto los complejos, los miedos y aquellas negras cuatro tardes consecutivas en su casa. Bastaron tres minutos para acabar con todo aquello que arrastraban los felinos para sellar el pase a las Semifinales.
¿Qué si influyó el controversial hipnotismo? Sólo ‘Dedé’ lo sabe, pero sería injusto achacar la goleada a una sesión con John Milton. Porque el Auri caminó con suma autoridad sobre un Pumas enclenque, casi bufonesco en su zona de seguridad.
El 10 de Tigres, Aquino, Damm, Sosa, Dueñas, el que guste, tuvieron una actuación superlativa, no sólo apoyando al mismo APG en sus goles, sino en sacarle el mayor provecho a las bondades defensivas de la visita dando como resultado un escandaloso 5-0 y un global de 7-2, la mayor diferencia en la historia del Auri y la UNAM en Liguillas.
Para acabarla, Darío Verón se encargó de convertirse en un judas de Palencia, al anotar en propia puerta cuando el marcador se encontraba 1-0 y, finalmente, Andy Delort finiquitó con una jugada a centro de Jürgen.
Hoy hay fiesta en San Nicolás. Las Semifinales nuevamente vuelven al coloso de la Avenida Pedro de Alba, justo cuando el francés APG parece que ha encontrado nuevamente su estado de gracia.
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