NUEVO LAREDO, TAM.- Ante el descenso de las temperaturas, los tamaleros que se instalan por diversos puntos de la ciudad incrementan sus ventas hasta un 90 por ciento y es que la temporada de frío, obliga al cuerpo a pedir alimentos calientes.
Laura Hernández, vendedora de tamales señaló que es en la temporada de invierno cuando hay mayor venta de champurrado y tamales, pues en los demás meses es mucho menos lo que venden, y en cambio en invierno hasta aumenta el número de personas que se dedican a la venta de estos alimentos.
“Con estas bajas temperaturas, la venta de tamales y atoles aumenta considerablemente, ya que la población prefiere consumir bebidas calientes por las mañanas y las noches, que son los horarios en los que se siente el clima más frío”, dijo.
Aseguró que durante esta temporada vende más de 15 litros de champurrado y más de 40 docenas de tamales en seis hora.