NUEVO LAREDO, TAM.- Cada mes alrededor de cinco adultos mayores son abandonados por sus familiares en el Hospital General, y aquellos que llegan a morir, tienen el triste final de ser sepultados en la fosa común, ubicada en el panteón municipal nuevo, ubicado en el kilómetro 10 de la Carretera Nacional.
Y caso triste acaba de ocurrir, después de tres meses de estar internado, un hombre con diagnóstico de deshidratación murió en el abandono.
Estuvo internado en el Hospital General “Solidaridad” donde fue llevado por elementos de la Policía Estatal, nunca recibió visita y nadie preguntó por él. En sus últimos días, la víctima se identificó con el nombre de Pedro Escalente de 59 años de edad, quien era originario de Durango.
El pasado 4 de junio, elementos de dicha corporación lo recogieron de la vía pública con síntomas de deshidratación.
Los médicos lo atendieron, donde permaneció solo hasta los últimos días de su vida.
Durante todo el tiempo que estuvo internado, don Pedro nunca recibió visita, nadie lo identificó y finalmente murió sin que nadie derramará una lágrima por su ausencia.
Se trasladó del cuerpo a una funeraria y de no reclamarlo por algún familiar, su restos irán a para a la fosa común.
Así como el caso de Pedro, cada mes, alrededor de cinco personas entre desconocidos y adultos mayores son abandonados por sus familiares en el Hospital General, a donde llegan por alguna afección.
La jefa de Trabajo Social del nosocomio, Guadalupe Rodríguez, manifestó que estas personas son dejadas por sus familiares , porque no desean hacerse responsables de ellos o llegan el calidad de desconocidos hasta que mueren.