NUEVO LAREDO, TAM.- Con la intención de infundirles la esperanza de que todo problema de salud se puede resolver favorablemente, o en todo caso la persona enferma ya se encuentre en fase terminal reciban la tranquilidad espiritual y física, ayer se realizó la celebración del Martes Santo, día dedicado a los enfermos.
Esta celebración se realizó a las 10:00 de la.mañana en la Catedral del Espíritu Santo y la misa la ofició monseñor Enrique Sánchez Martínez y concelebrada por el párroco Rogelio Lozano Alcorta.
En su mensaje el obispo alentó a las personas que padecen alguna enfermedad, al manifestarle que no están solos en estos momentos difíciles y que nadie estará libre de enfermarse o sentir algún dolor causado por alguna enfermedad.
“Cada año, pedimos por los enfermos de Nuevo Laredo y del mundo, pedir por los enfermos significa pedirle a Dios por su salud espiritual primero que tengan paz con Dios y consigo mismos y después la salud corporal porque nosotros creemos que Dios interviene en nuestras vidas para nuestra salvación”, señaló.
Dijo que hace 2000 años lo hizo él y como iglesia se tiene este deber de hacer llegar este amor años enfermos.
“La enfermedad es parte de nuestra vida y procesos actuales, no podemos escaparnos de la enfermedad ni del dolor, pero si podemos pedirle al señor que nos libre de la enfermedad si él no dispone y esa es nuestra fe que Dios quiera quitar un cáncer o lo que le afecta, no podemos impedir enfermarnos, pero si pedirle sea.lo menos doloroso”, concluyó.