CIUDAD DE MÉXICO.- El incremento a los precios de las gasolinas y el diésel es desproporcionado y fuera de magnitud, ya que el gobierno federal trasladó toda la carga al consumidor final, en lugar de buscar esquemas de reducción de carga fiscal, aseveró el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos.
”El mercado de precios abiertos es adecuado porque permite que la participación de más actores fije el precio final de acuerdo a la libre competencia, sin embargo en México, el componente de impuestos que tienen los precios de gasolinas y diésel es muy elevado, más del 40 por ciento”.