NUEVO LAREDO, TAM.- Se viven tiempos en los que particulares y personas públicas, solamente hablan, dicen preocuparse por los demás, pero no hacen nada por ellos, hay que pasar de las palabras a la acción.
Todos los domingos, se puede observar a un grupo de cubanos que llegan a desayunar tamales y champurrado a la esquina de Guerrero e Hidalgo, les acompaña un neolaredense.
Esta es la forma de actuar de Gerardo Escobedo, un contador público neolaredense que cada domingo y cuando puede, lleva a 15 o 20 cubanos a desayunar.
“Yo creo que todos tenemos derecho a una oportunidad de vida, es por ello que cuando puedo les tiendo la mano a estas personas que de verdad son educadas, puesto que en su país -Cuba- la obligación es obligatoria, viven aquí en Nuevo Laredo, pero el golpe que sufrieron al no poder alcanzar a cruzar hacia Estados Unidos, los hace tener una vida difícil y complicada”, añadió.
Los seres humanos, comentó al parecer actúan así por naturaleza, dicen preocuparse por sus semejantes, hablan mucho de apoyar, de dar, pero solo queda en ello, palabras.
Escobedo, dijo que el únicamente hace lo que todos deberían de hacer, ayudar en la medida de sus posibilidades, en este caso invitando a desayunar a algunos de los cubanos que se encuentran en Nuevo Laredo.
“En otros caso y siempre que me ha sido posible, también les he encontrado trabajo a algunos de los cubanos, son gente buena que se merece una oportunidad, todos ellos tienen una preparación importante que mejor que pongan en práctica sus conocimientos en la ciudad para ayudar a las personas”, concluyó.