VILLEPINTE, Francia.- El grito fue ensordecer, tanto que la voz se le fue. El salto sobre el encordado la paralizó por un segundo en el aire, acariciando lo más alto. La gloria es suya, la historia es suya, y la primera medalla olímpica para una mujer panameña también es suya.
Athena Bylon, la policía que se convirtió en boxeadora. La boxeadora que no quería nada que ver con este deporte, escribió su nombre en la historia al vencer 3-2 a la polaca Elzbieta Wojcik en su combate de cuartos de final que la llevó hasta el podio.
“Ya he venido haciendo un poco de historia en Panamá, soy campeona mundial, así que ya se sabe un poco de mi”, dijo Bylon, de 35 años y esculpido marco. “Pero ahora es historia con una medalla olímpica, que es lo que me faltaba y se ha logrado el objetivo”.
La panameña aún puede reescribir la historia el próximo viernes, cuando tenga la oportunidad de cambiar el material de su presea en las semifinales de peso ligero ante Cindy Djankeu, del equipo olímpico de refugiados.
Para Bylon es sólo otro escalón en un camino que la ha encumbrado en un deporte que empezó a practicar apenas 11 años y a instancias, e insistencias, de sus compañeros de la policía. La sargento, en su tercera participación olímpica, es campeona mundial, subcampeona panamericana y ahora medallista olímpica.
La delincuencia panameña está en problemas con una campeona vigilando las calles.
“No va a ser fácil conmigo ahora en la calle”, dijo, finalmente riendo a través de esa dura imagen “Ahora se la van a pensar”.
A pesar de que el pugilismo panameño tiene un largo historial a nivel profesional, encumbrado en la figura de Roberto “Manos de Piedra” Durán, en justas olímpicas Bylon se convirtió en la primera boxeadora en ganar un combate. Y lo hizo por la vía complicada.
La polaca ganó el primer round ante los ojos de los cinco jueces. Esa fue toda la gasolina que necesitó Bylon para meterse de lleno al combate. Con cuatro tarjetas empatadas luego de dos asaltos, la canaleña fue al frente, buscó y encontró.
“Salí fuerte a darlo todo en los asaltos”, declaró. “Se dio el fruto de que se dieran los asaltos a mi favor”.
Ahora el nombre de Atheyna está escrito con letras doradas al lado de los de Irving Saladino (oro en salto de longitud en 2008) y Lloyd La Beach (bronce en 100 y 200 metros planos en 1948), como las únicas personas en subir al podio con la bandera de Panamá en el fondo.
“Contenta, emocionada, se está viendo el fruto, se está viendo el sacrificio que he venido haciendo estos cuatro años”, puntualizó, aún con la voz ronca. “Es una medalla para mi país y seguiremos dándolo todo en el próximo combate”.
El final de la historia aún no está escrito.