Para que la consulta ciudadana del 1 de agosto sea vinculante, será necesario que se cumplan dos requisitos: que participen más del 40 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores y que la mayoría esté a favor de que se les siente en el banquillo a los acusados.
El 40 por ciento de la lista nominal equivale a más de 37 millones de participantes, cifra que se antoja difícil de lograr, por no haber una campaña de por medio, en la que participen los partidos. El único interesado es Morena y no parece tener la capacidad para movilizar a 37 millones de ciudadanos.
En el 2018 y el 2019, Morena y la 4T realizaron dos supuestas consultas populares para que los ciudadanos decidieran la cancelación del aeropuerto de Texcoco y para la autorización para construir el tren maya.
La consulta para cancelar el aeropuerto de Texcoco se realizó del 25 al 28 de octubre de 2018 en 538 municipios del país, entre los que estuvo Nuevo Laredo, y participaron un millón 67 mil 859 personas de las que el 69.95 por ciento estuvo a favor de tirar a la basura más de 100 mil millones de pesos, como si el dinero nos sobrara.
Entre noviembre y diciembre de 2019, se realizó la consulta para preguntarle a residentes de comunidades indígenas de los estados de Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas si estaban de acuerdo en la construcción del tren maya. Participaron 100 mil personas, el 92.3 opinó a favor y el resto en contra.
En ambas consultas no intervino el Instituto Nacional Electoral. La organización de las consultas corrió a cargo de activistas de Morena. Fue una gran farsa que no convenció más que a los ingenuos, esos que se chupan el dedo cada vez que se enfrentan a una responsabilidad.
Se antoja dificilísimo que de un millón 67 mil participantes en la consulta del aeropuerto, ahora se pase a 37 millones.
La realidad es que si el Presidente Andrés Manuel López Obrador tuviese voluntad para enjuiciar a los ex presidentes, no necesita de una consulta, bastaría con que instruyera a la Fiscalía General de la República para integrar los expedientes respectivos, como lo hizo Vicente Fox con Luis Echeverría, a quien pretendió castigar por las víctimas de la guerra sucia, del gobierno contra la guerrilla, y fracasó.
El problema de que la consulta del 1 de agosto fracase, lo que suena como lo más lógico, es que se habrán tirado al caño 525 millones de pesos, que es el costo de organizar este circo de quinta categoría, que no son nada, comparados con los más de 100 mil que costó la cancelación del aeropuerto de Texcoco, pero es dinero que sería de mucha utilidad en otros rubros.
Este gobierno se jacta de ser muy austero, pero tira el dinero a lo…bruto. Claro, como el dinero no es suyo. Y el año próximo viene otra consulta y otro circo, con lo de la revocación de mandato. Es otra gran tontería que también va a costar mucho dinero.
