NUEVO LAREDO, TAM. – El rugir de motores fue el ingrediente principal en el Mud Fest 2018 que se realizó este sábado.
Camionetas, Jeeps, motocicletas, cuatrimotos, y demás vehículos motorizados, pusieron el sazón a la tarde que dejó a las familias con buen sabor de boca.
Pese a la elevada temperatura familias disfrutaron de este espectáculo en medio de un ambiente cien por ciento familia, donde obviamente no faltó la carne asada y la música en vivo.
Desde niños de corta hasta pilotos adultos, maniobraron sobre la pista de lodo donde mostraron sus habilidades frente al volante.
Para esta edición, explicó Luis de Luna, organizador, no se requirió de inscripción ya que sólo de trataba de pasarla bien y que todos participaran.
Es por ello decenas de vehículos entraban y entraban a las riberas del Bravo, para no perder la oportunidad de enlodarse un poco.
Por fortuna todo el evento se desarrolló tranquilamente y no hubo accidentes que lamentar.