La Sala Superior del Tribunal Federal Electoral revocó la sanción impuesta por la Comisión de Honor y Justicia de Morena al senador suplente Alejandro Rojas Durán y le restituyó su calidad de militante, con plenos derechos.
A Rojas se le habían suspendido sus derechos de militante por 3 años, entre ellos aspirar a un puesto de elección, bajo el cargo de que calumnió, denostó y ejerció violencia de género en contra de la presidenta nacional de Morena, Yeidkol Polevnsky, a la que le gusta insultar y agredir a sus adversarios, pero se escandaliza cuando alguien le responde.
¡Duro golpe al ego de la señora Yeidkol Polevnsky! ¡No puede con Rojas!
Y lo peor es que el tiempo, el bendito tiempo, le dio la razón a Alejandro Rojas cuando denunció que la lista de candidatos a diputados locales de Morena en Tamaulipas, estaba truqueada.
La lista nunca se modificó y Morena fue humillado al perder 21 de los 22 distritos. No solo perdió, lo hizo sin competir, salvo en los distritos de Matamoros, en el resto Morena fue aplastado.
Antes de que Rojas fuera apartado, había expectativas para Morena en Tamaulipas. Rojas puso en marcha una alianza de facto con personajes de otros partidos, incluso con la alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, para que uno de sus hijos fuese candidato a diputado. Otro sería el ex diputado federal, Humberto “Prieto”.
Y no se diga las pláticas con Oscar Luebbert para lograr una alianza de facto con priistas de a verdad.
Todo eso se lo derrumbó Yeidkol, convencida de que con el puro nombre de Andrés Manuel López Obrador, Morena, el partido, iba a ganar. El mito AMLO se derrumbó en Tamaulipas. Morena fue humillado y el tiempo demostró que para ganar era necesario hacer campaña y los candidatos no trabajaron con el pretexto de que no tenían dinero.
Al perder la elección de este año, Morena se desinfló y va a ser muy difícil conseguir candidatos competitivos en el 2021. ¿Quién se va a animar a participar con un partido dividido, sin dinero y con poca gente dispuesta a trabajar?
Lo peor es que de aquí al 2021, la imagen de AMLO puede estar en las mismas condiciones a la que llegó Enrique Peña Nieto después de dos años de gobierno: ¡Desprestigiado!
Para Morena sería sano deslindarse del Presidente. Si insiste en ir de la mano, el desprestigio de AMLO lo va a arrastrar. Salvo que AMLO decida dejar de ser candidato, se ponga a trabajar como Presidente y dé resultados positivos.