Es bueno para los mexicanos que surgen más vocerías especializadas sobre el sector energético del país. En esta semana lanzaron desde la Ciudad de México la iniciativa privada llamada ‘México con Energía’, que de entrada pinta muy bien, pero sobretodo es un ejercicio que ya se necesitaba echar andar desde la óptica del ciudadano para abonar a la difusión de las buenas historias que ya están sucediendo en cualquier región mexicana.
Si bien, la reforma energética continúa atrayendo inversionistas internacionales, también ha tenido como estrago afianzar a sus opositores ultranza –que desde mi opinión, con una visión retrograda para regresar a modelos paternalistas con políticas públicas de un viejo nacionalismo- que han sabido imponer su narrativa en el colectivo mexicano. Un hecho notorio es que la comunicación política del gobierno federal no ha sido asertiva, aunque en los recientes meses aprendieron afinar la estrategia pero ya no les alcanzó para amainar a los adversarios.
Cierto es que los pequeños y medianos empresarios mexicanos no han sabido entrar fácilmente a las proveedurías del sector energético internacional –ahora- con presencia en México, menos aún en las cadenas de valor; pero también es meritorio reconocer que ya existen historias de éxito que se deben contar como un estímulo para los locales, así como un proceso de aprendizaje para los que verdaderamente se quieren sumar al negocio de la energía.
El hecho de que las principales asociaciones del sector mexicano, como son la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI), Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN), Asociación Mexicana de Energía Solar (ASOLMEX), Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), Asociación Mexicana de Energía (AME), así como el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), respaldan el lanzamiento de la iniciativa ‘México con Energía’ es un aliciente que dará voz a los ciudadanos y comunidades para difundir sus propias experiencias sobre los beneficios que están teniendo con la nueva apertura del mercado energético, en sus diferentes ramas.
Resulta urgente que las empresas energéticas implementen vocerías menos anquilosadas o casi inexistentes, que tengan en claro que la comunicación debe ser más empática con el consumidor final. En ese sentido, en algo mejoró Petróleos Mexicanos (PEMEX) pero no sus divisiones, ni que decir de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), o peor aún, otro tipo de compañías que distan mucho de sus millardos invertidos contra sus cerrados procesos comunicativos públicos.
Así como nace ‘México con Energía’, deberían replicarse con capítulos estatales para que se adecuen no solo las historias de éxito de cada región, sino también para la correcta difusión dependiendo de los consumos informativos de la realidad que se vive en las entidades. ¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx
