Andrés Manuel López Obrador hizo su primera visita a Tamaulipas -ya como presidente de México- el pasado 4 de enero. Desde Reynosa puso en marcha la denominada zona libre, una de sus propuestas de campaña más atractivas para los fronterizos.
Desde el hotel Royal Garden confirmó la reducción del IVA del 16 al 8 por ciento y del Impuesto sobre la renta al 20 por ciento.
Uno de los anuncios más esperados fue la homologación de la gasolina con los precios del lado americano y el aumento del salario mínimo al doble.
A punto de cumplirse dos meses de esa primera y única visita al Estado, las cuentas no cuadran:
El precio de la gasolina se ha disparado al grado de que los fronterizos siguen saturando los puentes internacionales para llenar los tanques del lado americano. El alza acumulado es de casi dos pesos desde el 1 de febrero a la fecha. Muy distante a los precios vigentes en el sur de Texas.
Con el aumento del salario mínimo vino la confusión y el caos laboral. El conflicto ya no se limita a Matamoros. En el Puerto de Altamira se cumplen cinco día de paro de una empresa de plataformas petroleras. Los trabajadores buscan aumentar de 4 mil 700 a 18 mil 500 el salario semanal
A MORENA se le cayó el montado escenario. El programa de la zona libre que tenía fines electoreros por la contienda del 2 de junio fue una falacia y los designados precandidatos una burla.
La percepción es que podrían irse al tercer lugar de los resultados electorales en la renovación del Congreso.
En Tampico, autoridades estatales abordaron abiertamente el tema del conflicto laboral de Matamoros y expusieron ante empresarios que la finalidad no era el aumento salarial ni el bono de 32 mil pesos sino “lo que había detrás era quitar a los líderes sindicales para que entrara un sindicato nacional”.
Se prevé que el Presidente de México pueda regresar a la frontera tamaulipecos en marzo. Será importante saber su evaluación por la frustrada zona libre.
